El yerno de Pitita Ridruejo

Se han convertido en la pareja sorpresa de este otoño. Parece que Ernesto de Hannover está ilusionado de nuevo y esta vez la afortunada es una artista española: Claudia Sitilianopoulos, hija de Pitita Ridruejo. El príncipe alemán está cada vez más ligado a España, donde vive su hijo Christian con su mujer, Alessandra de Osma, y sus dos mellizos. De ahí que ya lo hayamos visto ejercer de abuelo en varias ocasiones en una estampa a la que nos tiene poco acostumbrados.

Esta semana ha sido la revista ¡Hola! la que ha publicado una serie de fotografías exclusivas en la que se ve al todavía marido de Carolina de Mónaco en compañía de Claudia por Madrid. En todas ellas un rehabilitado Ernesto desprende naturalidad, complicidad y ambos se ven absolutamente sonrientes.

Alejado de las fiestas de la sociedad alemana y con una vida más discreta y sencilla, Ernesto de Hannover se reencontró con Claudia el pasado verano en Ibiza. Sí, se reencontraron; el príncipe, de 67 años, ya conocía a la familia de Claudia (Clo para los más allegados). Su padre, Mike Stilianopoulos era embajador de Filipinas en Londres y después en España, donde se jubiló. Por entonces, el diplomático tenía relación con primeras familias europeas, incluidos los Hannover. Más aun, coincidía habitualmente con Rainiero de Mónaco y estuvieron invitados a la boda de Carolina de Mónaco con Philippe Junot.

En España, el matrimonio formado por el embajador y Pitita Ridruejo ejerció de anfitrión para la familia monegasca cuando acudían a participar en monterías. En esas citas estaban también sus tres hijos: Anna, Carlos y Claudia. Ahora, la pequeña tiene 48 años y se ha convertido en protagonista de los titulares junto a Ernesto de Hannover.

Claudia lleva una vida muy discreta aunque es una artista con reconocimiento internacional por sus esculturas monumentales. Son famosos sus ‘muebles-esculturas’; muchos de ellos se realizan con piezas recicladas que rescata de la calle. La hija pequeña de Pitita estuvo casada casi 17 años con el también artista Juan Garaizábal, con quien tuvo dos hijas y ahora se ve feliz junto a un Ernesto desenfadado y solícito.

El título de princesa de Hannover podría tener los días contados en la persona de Carolina de Mónaco, con la que Ernesto no mantiene ninguna relación –ni para bien, ni para mal– desde hace más de una década a pesar de que, a efectos legales, sigue siendo su esposa. Hasta la fecha, el polémico Ernesto no tenía motivo para pedirle el divorcio a la hermana de Alberto de Mónaco. Si su relación con Claudia prospera quizás sí que le interese recuperar su libertad y la nueva princesa de Hannover sea española.