El complemento difícil
Elegir tocado y pamela
El tocado y la pamela son los complementos más complejos de lucir y deben estar en consonancia con el atuendo escogido a la hora de acudir a un enlace
Hay estilismos en los que el verdadero valor está en los complementos. Dependiendo de las circunstancias, el dress code permite ser mucho más atrevidos a la hora de escogerlos u optar por adornos sencillos que no llamen demasiado la atención, siendo un elemento más de todo el conjunto. Esto pasa en el caso de acudir a una boda. Las ceremonias de día, según el código protocolario de vestimenta, exigen que las invitadas lleven pamelas o tocados.
Esto, en algunas ocasiones, supone un quebradero de cabeza para quien busca estar perfecta en un día, por lo general, especial y emotivo. La elección del tocado es una tarea compleja ya que supone tener en cuenta aspectos relevantes de la vestimenta tales como el patronaje del vestido, la tela, la época del año, el estilo del diseño, así como si este tipo de complemento sienta bien a quien lo lleva o no. Muchos factores que hacen que el conjunto luzca -tanto o más si se trata de un look sencillo- o que fracase.
Optar por pamelas es buena opción si el tiempo acompaña. Durante las épocas de temperaturas más altas, la elección de un complemento como estas puede resultar a la par que favorecedor, práctico, ya que nos protegerá del sol. En el caso de ser una cita más invernal, los sombreros o tocados irán acordes. El tamaño del sombrero se reduce, además del cambio en el estilo, mucho menos pronunciado hacia afuera y un poco más ajustado a la cabeza. Sombreros tipo cloché darán un punto retro y elegante. Los tocados de casquete (de diferentes tamaños) también son una buena opción para épocas algo más invernales. El material también es determinante: terciopelos, fieltros o tweed para épocas más frías y rafias, tules o linos para las demás. En el caso del uso de redecillas que cubran el rostro, se pueden usar en cualquier momento. Cuidado con que sean muy tupidas o creará un efecto máscara que además dificultará el tener una visión nítida.
Durante épocas de transición las flores o plumas son una opción interesante. El uso de este tipo de elementos, además, permitirá combinar las gamas de colores en función del atuendo que se haya escogido. Verdes, ocres y azules para el invierno y colores pasteles para la primavera y el verano. Aunque el negro es un color que no se recomienda para una boda de día en ocasiones el efecto es positivo (se ha visto en la duquesa de Sussex, Meghan Markle y en Victoria Beckham, que lo escogió para ambas bodas reales).
En cuanto al peinado, es recomendable que con el uso de este complemento luzca recogido. Una melena suelta puede crear un efecto cargante en el rostro que ya de por sí está semitapado por la estructura de la pamela o tocado. El pelo al natural será más indicado en el caso del uso de diademas florales (mucho más recomendadas para perfiles más juveniles que para el resto de invitadas, que deberán optar por opciones más clásicas siempre que puedan). El mejor consejo es evitar los excesos o ir disfrazada, enmascarando el estilo personal de cada cual y haciendo que la ceremonia sea incómoda. Igualmente, recordar que no es necesario quitarse este complemento durante la comida, pues se puede llevar durante toda la jornada.
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