Los edificios más espectaculares que cortan las nubes
Rascacielos como el Burj Khalifa (Dubai) o las Torres Petronas (Kuala Lumpur) se alzan hacia el cielo para simbolizar el poder económico de sus metrópolis
Los días del Burj Khalifa están contados. El por ahora edificio más alto del mundo, alcanza los 828 metros para acariciar el cielo de Dubai, podría perder el récord que ostenta a partir de 2018, siempre y cuando no surjan imprevistos en las obras de la Kingdom Tower, la estructura que con sus mil metros de altura desbancará al rascacielos del emirato.
La obra arquitectónica del estadounidense Adrian Smith se edifica ya sobre el suelo de Arabia Saudí y, con un presupuesto que ronda los 900 millones de euros, albergará oficinas, apartamentos residenciales y un hotel que ofrecerá unas impresionantes vistas hacia el Mar Rojo.
Hasta entonces tendremos que conformarnos con las colosales arquitecturas vigentes en pleno siglo XXI. El Burj Khalifa sigue registrando la mejor marca en altitud. Su diseño también es obra de Adrian Smith. Fueron necesarios 20000 millones de dólares para hacer realidad el desarrollo de la torre y el completo distrito financiero que le rodea. La base está basada en la forma geométrica de una flor que se cultiva en la región de Dubai y la India. Por supuesto, el diseño del Burj Khalifa está pensado para resistir los fuertes vientos y las frecuentes tormentas de arena procedentes del desierto de Arabia.
No es el único. A bastante distancia le siguen los 601 metros de las Torres de Abraj Al-Bait, el segundo edificio más alto del mundo, a la espera de la inauguración de la Torre Central de Shanghai, ubicado en el centro de La Meca, en suelo saudí. Una mezcla entre hotel y complejo residencial. El diseño de las torres es muy peculiar, imitando una fortaleza a través de 120 plantas con capacidad para 4000 personas. La peculiaridad de su altura viene determinada por una antena de 71 metros (sin ella mediría 520 metros) y están provistas de un reloj en cada una de sus fachadas.
Hace falta trasladarse a Taiwan para divisar el paraje chino desde los 509 metros de altura del Taipei 101. Esta moderna arquitectura está catalogada como la más ecológica del mundo y es capaz de soportar terremotos de hasta siete grados en la escala de Richter, ventaja muy sólida en una zona que sufre en contadas ocasiones actividad sísmica. A pesar de que la torre CN de Toronto cuenta con 553 metros de altura es excluida de estas plusmarcas porque se la considera un edificio no habitable.
Inaugurado en 2008 como símbolo de poder económico de China, el Centro financiero internacional de Shanghai es un armazón de 492 metros de altitud situado en una de las ciudades más pobladas del mundo. El diseño del CFI es único en el mundo, puesto que cuenta con una apertura en la punta para evitar la presión del viento sobre la estructura. Sin embargo, su construcción no estuvo exenta de polémica. En el diseño figuraba que esta apertura iba a ser circular, pero se desdeñó la idea porque el círculo simboliza la bandera de su rival económico, Japón.
La capital de Malasia, Kuala Lumpur, se puede ver a 452 metros de altura. Las Torres Petronas son obra del arquitecto argentino César Pelli, quien ha dejado un diseño similar en Sevilla con la torre de su apellido. Las Torres Petronas evocan un estilo islámico para hacer honor a la herencia musulmana de Malasia. Muy con el estilo de Pelli, las torres poseen un diseño geométrico atravesadas por una pasarela, lugar donde se rodó el punto culminante de la película La trampa. Un ejemplo más de poder socioeconómico.
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