El cisma definitivo en la casa real británica
Familia real inglesa
Las agendas, funciones y personal de los príncipes Enrique y Guillermo se dividirán en marzo. La mala relación entre Meghan y Catalina parece ser el detonante.
La mala relación entre Meghan Markle y Catalina de Cambridge ha provocado que sus respectivos esposos, los príncipes Enrique y Guillermo, se vean obligados a dividir sus agendas oficiales y a separarse definitivamente. Ya es un hecho:se ha anunciado oficialmente el traslado de los duques de Sussex de Kensington en primavera y que los hijos de Lady Di y Carlos de Inglaterra, por primera vez en sus vidas, llevarán sus compromisos oficiales por separado, lo que ha obligado a una reestructuración interna en el seno de la casa real inglesa. Un cambio detrás del cual muchos ven un auténtico cisma en la familia real británica.
Según ha avanzado el periódico The Times ya se ha procedido a organizar cómo se dividirán las funciones, el personal y las agendas de ambos hermanos y matrimonios de cara a la primavera, es decir, en unas pocas semanas. La comunicación seguirá gestionándose desde el Palacio de Kensington, pero será el único nexo de unión entre los duques de Sussex y de Cambridge que, hasta la fecha, vivían puerta con puerta en Kensington.
El próximo marzo, poco antes de la llegada de su primer hijo –prevista para abril o mayo–, los duques de Sussex se mudarán a Frogmore House. El terreno ha servido como residencia real desde 1790. De 1902 a 1910, el rey Jorge V y la reina María fueron residentes frecuentes. Durante 1980, la propiedad fue restaurada con el fin de acoger a los duques de York. El alto coste de la reforma que Enrique y Meghan han realizado es objeto también de críticas en Reino Unido. La prensa inglesa apunta a un diferente "estilo y enfoque" de las responsabilidades oficiales por parte de ambas parejas, aunque la llegada de Meghan y sus desavenencias con Catalina parecen ser el trasfondo de todo.
Meghan Markle celebra en Nueva York su 'baby shower'
Saltándose otra vez el rígido protocolo británico, la duquesa de Sussex no ha celebrado en Inglaterra su baby shower, la fiesta con la que tradicionalmente se da la bienvenida al nuevo bebé que está a punto de nacer. La esposa del príncipe Enrique realizó este encuentro con amigas el martes en un lujoso hotel situado en el Upper East Side de Nueva York. Meghan viajó a la ciudad de los rascacielos el sábado y se ha dejado ver tomando el té en uno de sus locales preferidos, incluso de compras en tiendas de bebé. Amal Clooney, Prynaka Chopra, Serena Williams y la productora de televisión Lindsay Roth estaban invitadas.
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