La salud del duque de Edimburgo preocupa a los ingleses

La familia real británica ha cerrado filas en torno al duque de Edimburgo, ingresado en el hospital Rey Eduardo VII de Marylebone desde hace una semana. Según fuentes del palacio de Buckigham, su estado no reviste gravedad y el marido de Isabel II, de 99 años, permanece hospitalizado en observación como medida de "precaución".

Pero la última visita de su hijo, el príncipe Carlos, quien tuvo que hacer un viaje de tres horas desde Gloucestershire a Londres para verle, y la decisión del príncipe Enrique en Estados Unidos de ponerse en cuarentena voluntaria –por el tema del coronavirus–, han hecho saltar todas las alarmas.

El príncipe Guillermo, el último en pronunciarse sobre el tema, dice que su abuelo se encuentra "OK (bien)", e incluso hizo un guiño a los periodistas a su salida del hospital. Durante una visita a un centro de vacunación contra el covid-19 en el condado de Norfolk, en el este de Inglaterra, el duque de Cambridge contestó que su abuelo está "OK" y que los médicos "lo están cuidando".

Felipe de Edimburgo no fue ingresado de urgencia la semana pasada, sino que fue trasladado al hospital en un vehículo privado y entró al edificio caminando sin ayuda. De acuerdo con fuentes reales citadas por los medios británicos, la hospitalización del duque, que el próximo junio cumplirá 100 años, no está relacionada con el coronavirus. De hecho, él y su mujer, la reina Isabel de Inglaterra, fueron vacunados ya contra el coronavirus el 9 de enero en el castillo de Windsor, donde permanecen aislados desde que estalló la pandemia en marzo pasado, hace casi un año.

A pesar de que por ahora no hay ningún tipo de comunicado oficial sobre el estado de salud del duque de Edimburgo, más allá de que va a permanecer unos días ingresado por recomendación de su médico, lo cierto es que en el Reino Unido la preocupación va in crescendo. A lo que se une el hecho de que el príncipe Enrique haya iniciado una cuarentena voluntaria en Estados Unidos y haya planeado un vuelo privado en el caso de que el estado de salud de su abuelo paterno se agravase y tuviese que viajar de manera urgente.