Diez días para la boda en Luxemburgo

A poco más de una semana para el gran acontecimiento, Luxemburgo se prepara para vivir por todo lo alto el enlace del heredero del Gran Ducado, el príncipe Guillermo, y la condesa Stéphanie de Lannoy. Ayer casi todos los periódicos de este país se 'desayunaban' con una entrevista de la pareja en la que se sinceran sobre su relación, las expectativas que tienen puestas en su matrimonio y en el feliz día de esta celebración, el próximo sábado 20.

Guillermo y Stéphanie no evaden ninguna pregunta, como la del elevado coste que acarreará al estado su boda (se habla de 350.000 euros) y la rapidez con la que se ha concedido la nacionalidad luxemburguesa a la novia (su país natal es Bélgica). " No olvidemos que se trata de un enlace de carácter institucional que va a convocar a personalidades internacionales, algo que es importante para la imagen del país. Todo esto tiene, inevitablemente, un coste", sostiene el príncipe. Respecto a la nacionalidad, afirma la condesa: "Me entristece que haya personas que consideren que he recibido un tratamiento privilegiado. Creo que mi caso es especial y, como tal, requería de medidas extraordinarias".