El Principado rinde homenaje a una ausente Charlene

Charlene, pese a no estar presente físicamente, ha sido la gran protagonista del Día Nacional de Mónaco. Convaleciente de una dolencia "no sólo física" -como ha manifestado su marido-, sus hijos con el soberano monegasco, el príncipe Alberto, le han enviado un cariñosísimo y tierno mensaje desde el balcón del Palacio Grimaldi cuando salieron a saludar junto a su padre. "Te echamos de menos mami"; "Te queremos mami", se leía en sendos escritos que han mostrado.

Por si fuera poco con esta referencia, durante el tradicional servicio religioso en la catedral de Mónaco, donde el príncipe Alberto ha estado arropado por los hermanos de Charlene, Gareth y Sean Wittstock, así como por su familia, el arzobispo, monseñor Dominique-Marie David, le ha enviado a la princesa "cálidos deseos de recuperación" y ha mencionado a su familia "para que Dios les bendiga abundantemente", y también al Principado.

Los homenajes a Charlene han continuado después del Te Deum, con el desfile militar en el patio de Palacio. Este año, Alberto de Mónaco ha querido conmemorar durante el Día Nacional su décimo aniversario de bodas con Charlene. La pareja se dio el 'sí, quiero' el 2 de julio de 2011 en una ceremonia religiosa que tuvo como escenario este mismo patio. Así que este viernes, el cuerpo de Carabinieri ha formado haciendo la figura de un '10', claramente visible desde arriba. La orquesta militar, además, ha adaptado el repertorio para la ocasión.

Cabe recordar que desde su debut en 2010 en la fiesta nacional, cuando todavía era la prometida del príncipe Alberto, Charlene no había faltado en ninguna ocasión a las celebraciones del Día de Mónaco. El resto de la familia real monegasca sí que ha tenido sus ausencias, como la de la princesa Carlota, hija de Carolina, quien este año se ha incorporado tras tres años sin dar señales de vida este día.

Aunque no ha acudido a los actos oficiales, Charlene ha evocado la festividad desde sus redes sociales. "Agradecimiento y amor a Mónaco. Al hermoso país y a toda la gente de Mónaco. Dios los bendiga", escribía la princesa junto a una bandera ondeante del país que la recibió con los brazos abiertos hace una década y al que regresó el pasado día 8, para reencontrarse con su familia después de estar más de seis meses en Sudáfrica. Estar de nuevo con su familia fue motivo de alegría y felicidad, pero, como confirmó hace poco su marido, no ha sido el final de su enfermedad.

A falta de Charlene, las hermanas de Alberto, Carolina y Estefanía, la están sustituyendo en sus labores como primera dama. Este viernes, sin ir más lejos, estuvieron presentes ambas.