La 'desconexión' echa humo
Puigdemont asegura, tras el veto fallido a la estelada, que ésa es la España de la que quiere "escapar" Cataluña Rajoy acusa al 'Parlament' de despreciar a las víctimas de ETA
La polémica del veto fallido a las esteladas en la final de Copa que enfrenta hoy al Sevilla con el Barcelona en el Vicente Calderón ha echado más leña al fuego independentista. "Ésa es la España de la que queremos escapar", asegura el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que tiene claro el desenlace de la historia: "Todo esto terminará con un Estado catalán independiente dentro de la UE".
La decisión de un juzgado madrileño de tumbar la prohibición de la bandera independentista que había ordenado la delegación del Gobierno ha dado una inyección de moral a un movimiento soberanista que parecía de capa caída en los últimos meses. Las divergencias sobre los presupuestos y la renovación de la Asamblea Nacional Catalana, una entidad clave en el magma separatista, han pasado a un segundo plano y la unidad vuelve a ondear siguiendo la estela de la estelada. Así, Junts pel Sí -la alianza en el Parlament de CDC y ERC- y la CUP tienen previsto presentar esta semana que viene la proposición de Ley Integral de Protección Social Catalana, la primera de las tres leyes de desconexión que quieren impulsar los partidos soberanistas para seguir con la hoja de ruta hacia la independencia.
En declaraciones al diario Le Figaro, el timonel, Puigdemont, señaló que mientras Cataluña no se convierta en un Estado independiente, ejercerá al "máximo todas las competencias previstas por la Constitución", defendió que el proceso soberanista tiene la mayor seguridad jurídica, y agregó que, por ahora, se sigue la legalidad española hasta que no haya una catalana efectiva.
Preguntado por la aprobación de una hipotética Constitución catalana, aseguró que el porcentaje necesario para hacerlo es de "50% más uno" de los votos, y criticó que no se puede aceptar que aquellos que no aprueban un referéndum impongan sus reglas.
En otra entrevista a Puigdemont en la revista norteamericana Newsweek publicada también ayer, el president destaca que la política catalana se emancipó de la política española en las elecciones del 27-S al Parlament y que, desde esa fecha, el Govern ha actuado son una "mentalidad soberana, la de soberanía política".
En todo caso, Puigdemont ha resucitado el diálogo con el Gobierno central. Pese a su desacuerdo en lo fundamental, el referéndum de autodeterminación, el jefe del Govern y el presidente en funciones, Mariano Rajoy, pusieron el 21 de abril en Moncloa los mimbres para reconstruir el cesto más allá de desplantes y amenazas. Sin embargo, la reconstrucción de puentes se tambalea de nuevo al hacer el Parlament de buen anfitrión del líder abertzale Arnaldo Otegi. El dirigente popular abundó ayer en sus críticas a la presidenta de la Cámara, Carme Forcadell, y a los integrantes de esta institución que recibieron a una persona como el presidente de Sortu que "nunca respetó la libertad y los derechos de los demás". A juicio de Rajoy, con ese recibimiento despreciaron a las víctimas y se "rindieron" a la CUP y a los extremistas.
El presidente del Gobierno aseguró que la ley, la libertad y la convivencia nunca se han achicado ante el terror en España y eso ha permitido doblegar a ETA "y quedar vacunados para siempre ante la intimidación de los terroristas, extremistas y radicales que vuelven a aparecer". Rajoy lanzó este mensaje ayer en Durango en la clausura del foro Libertad y Convivencia en la Euskadi actual.
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