Un cambio radical
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No está siendo una recta final de año fácil para Cristina Pedroche. La colaboradora de Zapeando está dudando sobre qué hacer en las Campanadas de este 2020, ya que no sabe si llevar un vestido llamativo como en anteriores ocasiones, o uno más comedido para ir en consonancia con un 2020 que ha causado la muerte de más de 35.000 españoles a consecuencia del coronavirus
"Normalmente estoy nerviosa de la emoción, pero este año estoy nerviosa porque no sé cómo sentirme", confesó en su programa. Este viernes es su 32 cumpleaños, y en la cabeza tiene una vorágine de sensaciones pero, fundamentalmente, tiene miedo por las críticas que pueda recibir esta vez: "me apetece hacerlo porque despedir el año con todo el mundo es un sueño, y todos queremos que termine este año que ha sido malo". Pero, por otro lado, teme que su vestido vuelva a centrar la atención, y que la tachen de frívola.
"No quiero que la gente piense que soy superficial y que lo único que quiero es salir guapa esa noche. No consiste en eso. Consiste en entretener, en que la gente se olvide en ese momento de todo lo que está pasando", acabó de explicar Pedroche entre lágrimas.
Tras recomponerse, Lorena Castell, compañera de trabajo, intentó apoyarle. "La gente lo que quiere ver es lo de todos los años, una alegría, no un tristor", pero fue entonces cuandro Cristina confesó que tampoco 2020 estaba siendo bueno para ella. "El problema está en que ese tristor también lo tengo yo. No estoy viviendo mi mejor año. En los minutos previos estoy histérica de emoción, y no quiero estar histérica de pena. No sé si estoy segura con este vestido o no. Cómo es el vestido está claro desde enero, pero ahora no sé si cambiarlo... Sabéis que son como mis hijos", reveló.
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