Cristina Pedroche, todo por su familia
'Zapeando' y Campanadas
La popular presentadora, que acaba de cumplir 32 años, se sobrepone a un 2020 lleno de altibajos en el
seno familiar
Cristina Pedroche nunca ha ocultado sus raíces. Detrás de la estrella televisiva encontramos a una chica de barrio humilde que no lo ha tenido fácil en esta vida. Ya en una entrevista con Risto Mejide manifestó que comenzó a trabajar cuando tenía 16 años para costearse sus caprichos. "Si quería comprarme tres pares de vaqueros, mi madre solo podía comprarme uno", argumentó.
La presentadora acaba de cumplir 32 años. La efeméride no le llega en su mejor momento. Ella misma ha definido a este 2020 como un año "atípico, raro y malo".Perdió a su abuela en un contexto de emergencia sanitaria. No pudo despedirse de ella. "Sé que la causa por la que estamos todos luchando es más importante y por eso no salgo de casa, por eso no voy a darle un último beso a mi abuela Dominga", compartió en las redes sociales.
Tampoco podemos obviar que su marido, David Muñoz, David Muñoz,con el que se casó en 2015, está padeciendo en sus restaurantes los estragos de la pandemia. Y es que los efectos del coronavirus se han hecho notar en los negocios del afamado chef con tres estrellas Michelín. Su restaurante DiverXO ha cerrado hasta tres veces en los últimos meses y su local londinense StreetXO tampoco pasa por su mejor momento. Anteriormente, tuvo varios problemas de salud y Cristina Pedroche se convirtió en su mejor cuidadora.
A todo ello se une la situación personal de sus padres. Paco Pedroche, su progenitor, se encuentra en el paro, mientras que el último trabajo de Domi, su madre, fue de limpiadora ganando 800 euros al mes. Por ello, la presentadora ha sabido gestionar sus emolumentos televisivos, manteniendo los pies en el suelo. "Todo lo que he ganado en estos años lo he guardado muy bien, para poder tener un soporte y ayudar a mis padres", reconoció.
De Paco y Domi ha aprendido la cultura del esfuerzo, el sacrificio y el ahorro. Su beneficio personal, fuera de toda duda, no ha repercutido a su entorno familiar más cercano. Ahora la presentadora cuenta con un colchón para ayudar a sus padres. "Todo el dinero que gano es para ellos". Por su parte, el padre ha pasado a ser el "chico de los recados". "Mi padre es el que me lleva a todos sitios, es mi chófer", aseguró.
En este año 2020 la vallecana continúa formando parte del elenco de colaboradores de Zapeando (La Sexta), donde es uno de los rostros más conocidos. Uno de sus grandes retos fue aparecer en los últimos episodios de El secreto de Puente Viejo. "Salir en el final de la serie me hace muy feliz. Cuando me pidieron que lo hiciera no me lo pensé", afirmó. Y aún le queda presentar las Campanadas para Antena 3, cita en la que no suele pasar desapercibida.
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