Charlene, una princesa con el pelo rapado

La esposa de Alberto II de Mónaco aparece en un acto oficial con media cabeza sin pelo y ya la llaman la 'princesa punk'

Charlene, con la mitad de la cabeza rapada, en su última aparición este miércoles.
Charlene, con la mitad de la cabeza rapada, en su última aparición este miércoles. / Efe
Fátima Díaz

16 de diciembre 2020 - 18:23

Charlene de Mónaco es la princesa rebelde, y lo ha demostrado una vez más. Consciente de que sus looks son analizados con lupa y en un arrebato para salirse del tiesto, ha dejado a todos boquiabiertos asistiendo al tradicional reparto de regalos de Navidad en el Palacio de Mónaco con un llamativo corte de pelo que se aleja mucho del tradicional estilo de una princesa.

La esposa de Alberto de Mónaco, este miércoles, en la tradicional entrega de regalos de Navidad en el palacio monegasco.
La esposa de Alberto de Mónaco, este miércoles, en la tradicional entrega de regalos de Navidad en el palacio monegasco. / Efe

La esposa del príncipe Alberto II acudió con un lado de la cabeza totalmente rapado, mientras por el otro se ha dejado el pelo un poco más oscuro, con flequillo corto y su largo habitual.

Charlene, con flequillo 'baby bang'.
Charlene, con flequillo 'baby bang'. / Efe

Probablemente sea el primer miembro de la realeza europea que se atreve con este corte radical, denominado sidecut. Y eso que ya su cuñada, la princesa Estefanía, mostró su faceta más rebelde y moderna, en cuanto a moda de vestir y capilar, allá en su juventud. A Charlene, por su parte, siempre le ha gustado innovar con su pelo. Para la inauguración del Tour de Francia, por ejemplo, optó por el conocido flequillo baby bang, muy popular en los 60 y 70.

Rihanna, cuando llevaba este corte de 'sidecut'.
Rihanna, cuando llevaba este corte de 'sidecut'. / Instagram

Sí han lucido antes este medio rapado famosas como Rihanna, Miley Cyrus o Kesha y, en una versión más light otra sudafricana, Charlize Theron. Dejando a un lado las tradicionales convenciones de la aristocracia y arriesgando con una apariencia que, sin duda, llama la atención, la princesa Charlene no ha dudado en lucir en su último acto prenavideño en el Principado este peinado asociado a los movimientos underground y punk de mediados de la década de los 80, no apto nunca antes para la realeza.

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