Cómo un buen desayuno hace cosquillas
Paladar
Golda, un nuevo local en Madrid, propone tendencias para animar de forma saludable y gustosa a primera hora
El desayuno no lo concebimos por nuestros contornos como la principal comida del día aunque se valoran los lugares donde le dan el sitio. Pero sin duda el desayuno (en la calle) sí puede ser la comida más divertida, gustosa del día. Un desayuno fuera de casa es una feliz opción con tiempo por delante, cuando el día está crujiente. O cuando la mañana se convierte en un relajante paréntesis. Una desayuno con café, zumo y mucho más sin recurrir a los huevos y embutidos en aluvión del típico bufé de hotel.
Es sugerente un brunch con estilo cuando se convierte en festín al mediodía, pero sin atiborrar. Y con espíritu healthy and tasty. Como Madrid es avanzadilla de tendencias, los creadores de Fayer, Alejandro Pitashny y Martin Loeb, han abierto su concepto acertado de desayuno y también brunch, almuerzo informal o merienda. Como sucede en Fayer, donde conviven, sin revolverse, la parrilla argentina con la cocina israelí (hummus y bastante más), en el reciente Golda se conjuga Oriente y América en dulces, tostadas y ensaladas. Saludable y sabroso, como es la inspiración de su apertura y el objetivo de su carta. Una reunión de tendencias tal como se vive en las comunidades judías de Argentina. Ya por la torta de pistachos con un café (sin necesidad de añadirle azúcar) es motivo para un encuentro sosegado en este local de la madrileña calle Orellana, en la zona de Salesas.
Entre las tostadas se encuentra la de calabacín a la brasa y queso feta junto a algo tan argentino como los panqueques de plátano, pero también tenemos la shakshuka (sartén de tomates y huevos).
Los rolls de queso nos hacen adivinar de dónde procede la especialidad de la bollería estadounidense y en la pascualina se puede comprobar la reinterpretación austral de las empanadas gallegas.
Babaganoush, falafel, tabuleh de quinoa, burrata con carpaccio de remolacha, hummus (foto) o la ensalada de pasta con calabaza rematan las propuestas de sorprender al paladar sin atacar a las arterias, una revisión mediterránea que regresa así desde lejos.
El schnitzel pita, de pollo empanado, en el apartado más contundente de sándwiches, es exponente del concepto de Golda de resumir todo lo bueno que se asomó a la mesa argentina desde media Europa, con bollería diaria y tartas (de zanahoria, de calabacín y pasas, además de la de pistacho) que invitan a un buen arranque del día o una despedida de la tarde de una manera diferente y con sabor.
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