Britney Spears se casa por sorpresa... pero la sorpresa se la dan a ella

Tras lograr su independencia después de 14 años de tutela legal por parte de su familia, Britney Spears por fin ha hecho realidad su sueño de casarse con su pareja, el modelo, actor y entrenador personal Sam Asghari, con el que lleva cuatro años de relación. La boda se celebró sin la presencia de su padre, Jamie, ni de su madre, Lynn, ni de su hermana, Jamie Lynn. Sí asistió el hermano de la cantante, Bryan, y algunas famosas amigas de Britney, como Madonna, Drew Barrymore y Paris Hilton, entre otras.

La íntima y secreta ceremonia en la casa de la artista en California tuvo también un invitado inesperado, según ha revelado la web TMZ: el ex marido de Spears, Jason Alexander, al que estuvo unida exactamente 55 horas. Se casaron en estado de embriaguez durante un viaje a Las Vegas en 2004 y parece ser que no tardaron mucho en arrepentirse.

Alexander logró colarse en la vivienda de la cantante el día de su enlace, horas antes de la ceremonia, saltándose toda la seguridad del recinto. Una vez descubierto por un vigilante, se puso a gritar: "Britney Spears me invitó aquí. Ella es mi primera mujer, mi única mujer. Soy su primer marido. Estoy aquí para parar la boda". Posteriormente el abogado de Spears, Mathew Rosengart, explicó en un comunicado de prensa que había sido "detenido, esposado y arrestado por su repugnante mala conducta criminal". El hombre retransmitió en directo en Instagram su recorrido por la casa y los preparativos de la boda hasta que por fin fue interceptado.

Superado el susto, la novia logró dar el 'sí quiero' a su amado apenas un mes después de que la pareja sufriera la pérdida del bebé que esperaban debido a un aborto espontáneo. Britney llevaba un vestido blanco de novia de Versace, de corte clásico y con velo. Los hijos adolescentes de la cantante, Sean Preston, de 16 años, y Jayden James, de 15, tampoco han asistido al enlace, pero están "felices por su madre", como le han transmitido a través de sus redes sociales.

Éste es el tercer matrimonio de Britney Spears, quien anteriormente contrajo nupcias con su amigo de la infancia -y ahora allanador de moradas-, Jason Alexander, y con el bailarín Kevin Federline, padre de sus dos hijos. A Sam Asghari, 12 años más joven que ella, le conoció en 2016 durante el rodaje del videoclip Slumber Party, aunque no volvieron a encontrarse hasta cinco meses después. Fue entonces cuando empezaron a salir. Poco después de recuperar el control de su vida, tras anularse su tutela legal en noviembre de 2021, Asghari le pidió matrimonio a la diva del pop y sellaron su compromiso con un anorme anillo de diamantes.