Brad Pitt: de joven rebelde a maduro formal
El actor concede una entrevista a 'The New York Times' en la que se sincera sobre su adicción al alcohol y la marihuana, y desmiente sus últimos romances.
Sus fotos llenaban las carpetas de muchas jovencitas en los 90, cuando se convirtió en el adolescente rebelde de Hollywood. Era un nuevo galán, alto, rubio, con ojos azules y mucho morbazo, como se vio en su debut en Leyendas de pasión. El problema es que él, Brad Pitt, no supo digerir bien todo lo que se le vino encima y se dio a la bebida y las drogas.
Lo ha contado el propio protagonista de Érase una vez en Hollywood, a sus 55 años, mucho más maduro y escarmentado de la vida, en una entrevista en The New York Times. Nada nuevo que no supiéramos, porque hace unas semanas también se sinceraba en una charla junto al veterano Anthony Hopkins en Interview. "La bebida y la hierba fueron mi vía de escape", sostuvo. Y también uno de los problemas que precipitaron la ruptura con su ex mujer Angelina Jolie en el verano de hace tres años, un culebrón del que se cuida mucho de hablar porque aún colea.
"Ha habido momentos en los que he visto fotos de mí mismo de hace años y he dicho: 'Ese chaval tiene buena pinta'. Pero en realidad no me sentía tan bien por dentro. Me pasé la mayor parte de los 90 escondiéndome y fumando hierba. Me sentía incómodo con toda esa atención. Llegué a un punto en el que estaba encarcelándome a mí mismo. Ahora salgo a la calle y vivo mi vida y, en general, la gente es bastante maja", explica en el diario estadounidense.
Pitt reconoce que ha cometido muchos errores en su carrera. Por ejemplo, cuenta su experiencia en la película Doce monos (1995): "Bordé la primera parte. La segunda la hice completamente mal". Y reconoce que después de su corto papelito en Thelma & Louise (1991), solo le ofrecían papeles de autoestopista buenorro o de protagonista romántico. "Me sentía limitado".
Troya, la película para la Warner dirigida en 2004 por Wolfgang Petersen, fue "una decepción". "Tuve que hacer Troya, supongo que ahora ya se puede contar, porque rechacé hacer otra película y tenía que hacer algo para el estudio. Fue doloroso, pero me di cuenta de que la forma en la que las cosas se contaban en esa película no eran como debería ser. Eso me estaba volviendo loco. Me había convertido en un niño mimado por David Fincher (director de El club de la lucha). Y allí no había ni rastro de Wolfgang Petersen. Así que tomé la decisión de invertir mi tiempo solo en historias de calidad. Fue algo que se notó en mi carrera la siguiente década".
El actor también ha hablado de sus relaciones de pareja. "No sé con cuántas mujeres habrán dicho que he salido durante los últimos dos o tres años, pero nada es verdad""No sé con cuántas mujeres habrán dicho que he salido durante los últimos dos o tres años, pero nada es verdad", explica de los romances que se le han atribuido con actrices y modelos como Marion Cotillard, Charlize Theron, Kate Hudson, Ellen Macpherson, Sienna Miller. De Jennifer Aniston, su esposa durante cinco años y con quien se llegó a decir que había retomado su relación tampoco cuenta nada.
Respeto a su relación con cierta prensa, el actor la resume con una anécdota: "Cuando arrancó mi carrera, salí en el periódico USA Today. Estaba encantado. Dos días después de que saliera, fui a casa de un amigo. Miré al suelo de la cocina y ahí estaba el arenero del gato, y mi artículo del USA Today con una mierda de gato encima", cuenta.
Precisamente, el US Weekly apunta que el protagonista de Ad Astra disfrutára el día de Navidad solo de la compañía de sus tres hijos biológicos, Shiloh, de 13 años, y los mellizos Knox y Vivienne, de 11, y lo hará sin la supervisión de un terapeuta.
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