"Mi vida es bastante menos interesante de lo que pueda parecer"
Entrevista/ Blanca Suárez
A punto de despedirse de 'Las chicas del cable', la intérprete e 'influencer' opina sobre su presencia en las redes y el feminismo, y explica cómo ha afrontado el confinamiento.
Es la actriz del momento, pero estaba encantada compartiendo plano con sus compañeras Ana Fernández, Ana Polvorosa y Nadia Santiago. Las chicas del cable, la serie de Netflix en la que lleva cuatro años, alcanzará su desenlace en la última tanda de capítulos de la quinta temporada que estará disponible a partir del 3 de julio en la plataforma. Gracias a ella Blanca Suárez ha pasado de ser de la niña de El internado a una mujer e intérprete consolidada. Influencer sin querer y celosa de su vida privada, Blanca es la salsa que aliña todas las ensaladas en las revistas de moda y corazón. Con todo –y gracias a ello– no le asustan los 4,2 millones de seguidores que tiene en Instagram, ni los más de 370.000 de Twitter. Y sí, con Javier Rey, la relación sigue viento en popa.
-Blanca, ¿ha sido difícil despedirse del equipo de 'Las chicas del cable'? Además de compañeras de reparto, las otras tres protagonistas son amigas, ¿no?
-Sí, lo cierto es que, pese a ser tan diferentes, hemos creado un grupo muy chulo. Desde el principio nos hemos respetado mucho las unas a las otras y nos hemos intentado apoyar en todo. Nuestro trabajo es muy generoso, porque nos da la oportunidad a veces de conocer a personas increíbles como es el caso de Ana Fernández, Ana Polvorosa y Nadia (de Santiago). También es un arma de doble filo trabajar con amigas, ¿eh? (risas) Demasiada confianza... (más risas). Ha sido una experiencia maravillosa, la verdad, y duro despedirse, pues será difícil que podamos volver a coincidir en un proyecto las cuatro.
-Afortunadamente el rodaje concluyó antes de la pandemia y de la cuarentena, a finales de enero. Pudieron acabar entonces con tranquilidad, sin precipitarse.
-Bueno, un rodaje nunca es tranquilo, siempre es una vorágine (risas), pero sí, lo acabamos antes del confinamiento y del parón que ha supuesto para el mundo del cine, la televisión y el espectáculo en general.
-¿Está contenta entonces con el final de su personaje, Lidia Aguilar?
-Sí, la verdad es que sí. El final de la serie es un final muy contundente, duro, potente, no se queda en medias tintas. Pero, cuando los guionistas nos lo contaron, comprendimos todas que no podía acabar de otras manera.
-Siendo una serie con tanto éxito siempre es difícil contentar a todos los fans.
-Difícil no, imposible. Es como en la vida, no se puede gustar a todo el mundo. Habrá opiniones para todos los gustos, pero es un desenlace justo, justo con los personajes y justo con la serie. Los seguidores tendrán que ser flexibles y mirar objetivamente el final de la trama para que disfruten viéndolo como hemos disfrutado todo el equipo de la serie rodándolo.
-La serie arrancó, además, antes del movimiento 'Me Too' y la nueva oleada de feminismo, pese a que es una serie hecha por y para mujeres, feminista dirían algunos.
-No creo que una serie sobre mujeres lleve implícito ser feminista. Las chicas del cable no pretende aleccionar sobre feminismo, sólo contar una realidad. Muchos de los problemas a los que se enfrentan estas cuatro mujeres siguen existiendo ahora, son temas universales. Habría que quitarle esa etiqueta de 'serie de mujeres'. No decimos nunca 'serie de hombres' si la protagonizan un grupo de hombres. Además, no me gusta que se piense que el feminismo se vea como algo nuevo, porque mi madre por ejemplo luchó mucho por la igualdad ya en sus tiempos, y otras madres también... y abu
elas. Por suerte el movimiento feminista no es nuevo, lleva en marcha mucho tiempo.
-Durante el obligado parón de la cuarentena, ¿qué ha aprovechado para hacer?, ¿lo ha llevado bien o mal?
-Ha sido una terapia de choque para todos, creo. Meterte en casa 24 horas cuando estás acostumbrada a estar fuera trabajando, es complicado. Pero he intentado que fuera un retiro productivo, algo de lo que aprender. Estar con mi perro, cocinar, dedicarme tiempo a mí misma, y conocerme más. No he querido enfadarme con la situación sino usarla para algo positivo.
-¿Cómo emplea las redes sociales?, ¿le gusta ser un personaje seguido, o preferiría que no?
-Pues desde que tengo redes sociales no las vivo como una obligación, ni como algo esencial ni complementario a mi trabajo. Creo que es un una ventana que tú creas para comunicarte. Y también una selección de la información que lanzas al exterior, lo que quieres que se sepa y hasta dónde quieres que se sepa. Sí es verdad que intento que la información que salga de puertas de mi casa afuera sea no la justa, sino lo que creo que a la gente le puede interesar.
-Pues a sus fans seguro que le interesan también saber de su vida privada. ¿Cómo está su corazón? por cierto...
-Está perfecto (risas). Entiendo el interés que puede suscitar lo que yo haga en mi casa y con quién lo haga. Parece que tenemos la necesidad de juzgarlo todo, y yo me incluyo. Pero he de decir a todos los que me siguen que mi vida es bastante menos interesante de lo que pueda parecer.
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