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Enseñando músculo, ya que puede presumir de físico machacado en el gimnasio, Mario Casas se encuentra en un momento sentimental feliz tras haberse dado una segunda oportunidad con la actriz belga Déborah François. La revista Diez Minutos se hace eco de esta relación tras haber sido vistos juntos en Madrid. El gallego regresaría con el amor que le curó las heridas de Blanca Suárez, con la que rompió. Casas también fue visto este pasado verano con otra popular actriz, Aura Garrido, aunque no pareció que ninguno de los dos quería llegar demasiado lejos.
François echaba de menos a Mario Casas, la que conoció en el rodaje de El practicante, de Netflix, una de las producciones del actor español, que se convirtió en uno de los intérpretes más solicitado por las plataformas. Durante el confinamiento de hace tres años, aunque estaban separados, la pareja mantuvo el vínculo para el proyecto de Mi soledad tiene alas, el debut como director de Mario Casas. En el rodaje en Barcelona la actriz belga estuvo presente.
François mantiene alejada su vida personal en las redes sociales. El cariño entre ambos habría continuado en estos meses de trabajo pero el amor habría renacido para tomarlo algo más en serio a tenor de las imágenes captadas.
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