La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¡Anda, jaleo, jaleo!
Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana llevan en proceso de divorcio desde marzo de 2019, y sólo tres jueces de la Audiencia Provincial de Barcelona saben a fecha de hoy en qué situación se encuentra ahora el aún matrimonio.
La batalla judicial entre la ex tenista y su ex pareja comenzó cuando él presentó en Barcelona, en un juzgado de Esplugues de Llobregat, la demanda que debía hacer efectiva la disolución del matrimonio. Sin embargo, la tenista recurrió la sentencia por considerar el divorcio competente en Miami, donde se comenzó a tramitar, y no en España.
"Él ha elegido el tribunal que más le convenía", explicaba Ramón Tamborero, abogado de la deportista. Por eso Sánchez Vicario recurrió la sentencia, sobre la que finalmente han deliberado tres magistrados que ya han llegado a una decisión respecto a si el divorcio es válido o no en España. La nueva sentencia será entregada a los abogados de ambas partes en las próximas semanas, poniendo fin a esta batalla legal que parecía lejos de acabarse.
Aunque todavía podría ir más allá: si alguna de las partes no está conforme con la nueva resolución, todavía podrían presentar un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, tal y como ha asegurado el abogado de Arantxa.
Si Sánchez Vicario y Santacana no están de acuerdo en cuál es el estado competente en el caso de su divorcio, tiene que ver con el régimen económico matrimonial, que estaría sometido a importantes variaciones según la sentencia: si ganase Santacana, se tendrían en cuenta las capitulaciones que se firmaron en España, antes de contraer matrimonio, en 2008. Tal y como informa Vanitatis atendiendo a fuentes cercanas, "Santacana lo que quiere es que se respete lo que pactaron, que fue la separación de bienes. Tiene su patrimonio y por mucho que Arantxa diga que no es así, han funcionado siempre con este régimen. Es decir, lo tuyo es tuyo y lo mío, mío. En Cataluña, por defecto, las uniones matrimoniales son bajo régimen de separación de bienes. Ellos lo ratificaron en dos ocasiones. Una antes de casarse y otra después. Y los pactos hay que cumplirlos". También depende de la sentencia decidir quién cargará con los costes del proceso judicial.
El tribunal norteamericano está a la espera de lo que dicten los tribunales españoles, que hasta ahora no eran competentes para dictaminar el divorcio. Sin embargo, la manutención sí se acordó en el proceso judicial llevado a cabo en Miami, que demostró que el nivel patrimonial de Arantxa Sánchez Vicario era más alto que el de su ex esposo, y por ello dictaminó que es ella quien debe pasarle una pensión a él. La custodia de los dos hijos es compartida.
Nos encontramos ante uno de los últimos capítulos del divorcio de una mujer que consiguió poner a España en el punto de mira del tenis femenino, y ha pasado los últimos años por duros momentos. Este segundo matrimonio supuso el inicio de una ruptura familiar que terminó con la publicación del libro, Vamos Arantxa, en el que denunció la presión de sus padres y que habían controlado su dinero. Más tarde, afirma, les ha pedido perdón a pesar del duro cruce de acusaciones.
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