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Suceso
La sección 20 de la Audiencia de Barcelona ha condenado a cuatro años y medio de prisión a Angela Dobrowolski, ex esposa del productor de televisión Josep Maria Mainat, por un delito de lesiones agravadas, descartando el delito de intento de asesinato al haberle inducido un coma hipoglucémico inyectándole insulina mientras dormía.
Aunque los hechos probados constituyen un intento de asesinato con alevosía, el tribunal aplica la "excusa absolutoria incompleta de desistimiento voluntario" en la tentativa, resultando en una condena solo por lesiones.
No obstante, se le ha impuesto la pena en su mitad superior, entre tres y cinco años de prisión, considerando la agravante de parentesco, ya que Mainat y Dobrowolski estaban casados desde 2011. Además, la sentencia le prohíbe acercarse a menos de mil metros de su exmarido, su hogar, su lugar de trabajo o cualquier otro sitio que él frecuente, durante ocho años y seis meses tras cumplir la condena de prisión.
El tribunal no le aplica ninguna atenuante, como pedía su abogado, pues no ha quedado probado que en el momento de los hechos estuviese bajo la influencia del consumo de estupefacientes y, pese a que presenta rasgos de personalidad desadaptativos, "no afecta a sus capacidades volitivas e intelectivas, teniéndolas conservadas en el momento en que inyectó la insulina a su esposo".
El tribunal ha absuelto a la acusada del delito de encubrimiento y revelación de secretos, delitos de los que también estaba inicialmente acusada, ya que Mainat le otorgó su perdón durante el juicio oral. Sin embargo, la sentencia indica que, aunque la acusada declaró que no hubo espionaje sobre la herencia del productor, "su versión ha sido refutada".
"Independientemente de su propósito, se ha demostrado que accedió sin autorización a la cuenta de correo de su esposo y reenvió a su propio correo varios emails con documentos que se habían intercambiado entre Josep Maria y los abogados encargados de la herencia y el divorcio".
La sentencia, establece como hecho probado que el 22 de junio de 2022, Dobrowolski intentó acabar con la vida de Mainat y que "la acusada utilizó un método muy sofisticado para matar a su esposo, mediante la inyección de insulina (una combinación de acción rápida y otra de acción prolongada), sabiendo que él tenía diabetes mellitus tipo 2 y que no tenía prescrita dicha sustancia".
Esa noche, mientras Mainat dormía profundamente, Dobrowolski lo despertó "diciéndole falsamente que le iba a administrar la hormona del crecimiento y el medicamento Saxenda para perder peso", pero en realidad le inyectó una mezcla de insulina de acción rápida y prolongada.
La administración de esta sustancia podía provocarle una hipoglucemia severa con coma hipoglucémico, lo que podría haberle causado la muerte o, en el mejor de los casos, daños neuronales permanentes.
Dobrowolski lo sabía, "no sólo porque si hubiera actuado inocentemente no hubiera sido necesario que le hubiera manifestado a su esposo falsamente que lo que le inyectaba era la hormona del crecimiento y Saxenda para adelgazar, sino fundamentalmente por sus estudios de medicina", pues se encontraba en su sexto curso.
Por lo tanto, si bien la sentencia recoge que hubo un ánimo homicida, pues la finalidad era acabar con la vida de su marido y actuó "con dolo directo de matar", el tribunal ha valorado que desistiera voluntariamente de su propósito y la exonera de la responsabilidad por intento de asesinato.
Justifica esta decisión de condenarla por lesiones agravadas argumentando que, tras inyectar la insulina a su esposo y comprobar que entraba en hipoglucemia grave, Dobrowolski llamó a los servicios de emergencia "urgiendo una ambulancia que llevó a una rápida intervención de las asistencias sanitarias (SEM), acudiendo a la vivienda e inyectando a Josep Mª varios viales de medicamentos --glucosa y glucagón--".
Esta intervención revertió "el coma en el que aquel se encontraba, evitando su muerte y restableciéndolo completamente".
La sección 20 ha notificado este lunes a las 10 horas la sentencia a las partes, después de que se efectuara el traslado de la acusada desde la prisión de Brians 1, donde cumple prisión preventiva como presunta autora de varios robos con fuerza en viviendas, hasta los calabozos de la Audiencia de Barcelona.
Mainat ha recibido la notificación de la sentencia acompañado de su abogada, Olga Tubau, y tras conocer el fallo se ha mostrado "contento" con la sentencia porque, en sus palabras, se ha reconocido que el intento de asesinato existió.
En relación a los años de condena, Mainat ha dicho que no le hace "ni feliz ni no feliz" que no la hayan condenado a 13 años --como pedían el fiscal y su abogada, Olga Tubau-- y que la sentencia sea de 4 años y medio, si así lo estipula la ley.
La sentencia reconoce que Mainat "nada pudo hacer, ni prever, es decir, ninguna reacción defensiva pudo adoptar cuando su esposa le despertó diciéndole falsamente que le inyectaba la hormona del crecimiento (él la tomaba en el tratamiento antiaging) y un fármaco para adelgazar aunque nunca lo había tomado".
Utiliza el término de "alevosía convivencial o doméstica", pues la víctima, en este caso Mainat, estaba en un estado de especial relajación al encontrarse resguardado en su hogar, acompañado de una persona con la que mantenía una relación afectiva de pareja basada en la confianza, por lo que no pudo prever el ataque ni se activó ningún mecanismo de alerta.
Contra esta sentencia se puede interponer recurso ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), pero mientras se tramiten los eventuales recursos, el tribunal ha ordenado prorrogar la orden de alejamiento a menos de 1.000 metros que ya le impuso a la acusada el Juzgado de Instrucción 32 de Barcelona en octubre de 2020.
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