La alfombra de Hollywood se queda corta
Se esperaba más 'glamour' en una noche en la que todo el protagonismo recayó en Alicia Vikander, Jennifer Lawrence y Rachel McAdams.
Su alfombra roja es sinónimo de extravagancia, glamour y magnetismo. Pero este año se ha quedado corta. La red carpet de los Oscar no ha terminado de convencer y no ha estado a la altura de años anteriores. La 88 edición de estos premios pasará a la historia como el año en que Leonardo DiCaprio se llevó al fin su estatuilla, pero difícilmente se recordarán los modelos que lucieron sus actrices sobre el escenario.
Jennifer Lawrence fue una de las que más glamour derrochó sobre la alfombra del Kodak Theatre con un sensual vestido negro de encaje y volantes firmado por Dior. Aunque no fue la única que supo convencer con su estilo. Fue muy comentado también el vestido negro de escote palabra de honor que lucía Jennifer Garner, así como la naturalidad con la que Alicia Vikander desafiaba a la mala suerte con su favorecedor vestido amarillo de Louis Vuitton. La originalidad de la pieza recaía en el abullonado de la falda, así como en los motivos geométricos bordados en hilo de plata que salpicaban la pieza.
Si algo ha llamado la atención este año han sido los interminables escotes de algunas de las candidatas. Así, por ejemplo, llamó la atención el vestido plisado que lucía Olivia Wilde, un diseño de Valentino Haute Couture que destacaba por la originalidad de su cuerpo, que más que un escote generoso parecía que se abría en dos tirantes anchos que se cerraban bajo el cuello a modo de esclavina. Pero no sólo el escote de Wilde llamó la atención. Tampoco pasó por alto la pronunciada "V" del vestido rojo de Chanel que lucía Charlize Theron, así como el estiloso diseño verde de Rachel McAdam, que aunque sólo lucía sus hombros en la parte delantera, dejaba todo el protagonismo al pronunciado escote de su espalda.
También tenía un amplio escote el vestido en tono aguamarina de Armani que lucía Cate Blanchet, aunque en su caso no llamaba la atención el escote sino las flores sobrepuestas del mismo tono que adornaban el escote y que caían luego por gran parte de la falda.
En cuanto a colores, el azul ha sido este año uno de los más repetidos. Una de las que optó por esta tonalidad fue la protagonista de The room, Brie Larson, que escogió un favorecedor diseño de Gucci de tirantes muy finos y falda de vuelo con volantes verticales del mismo color. También Naomi Wats se decantó por este tono y sorprendió con un diseño de Armani Privé palabra de honor y pedrería en añil y morado que hicieron que su elección fuera una de las más comentadas de la noche. Sofía Vergara también eligió un diseño azul, en su caso azul profundo, un vestido de Marchesa que dejaba todo el protagonismo a su escote corazón y a los motivos de pedrería que se repartían tanto por el escote como por la falda.
En el capítulo de las peores vestidas de la noche habría que incluir a Rooney Mara, que lució un insulso diseño de Gucci en tono nude que tapaba todo su cuerpo a excepción de un pequeño rombo a la altura del ombligo, y Kate Winslet, que no supo sacar partido al vestido de lamé de seda negro y palabra de honor de Ralph Laurent. Lady Gaga y su mono blanco con sobrefalda de Brandon Maxwell o Kerry Washington, con un Versace de falda blanca que dejaba todo el protagonismo al cuerpo de cuero negro, también encontraron un lugar destacado entre las peores vestidas de la noche.
Pero el derroche de sensualidad de estos premios no sólo puede medirse sobre la alfombra roja sino también en los premios que se organizan al finalizar la gala. En la fiesta de Vanity Fair, una de las más elegantes fue Taylor Swift, que acudió con un vestido negro de escote interminable y abertura lateral. Llamó la atención también el Roberto Cavalli blanco que escogió para la ocasión Jessica Alba, así como el vestido rojo que lució Miranda Kerr, que dejaba todo el protagonismo a su escueto cuerpo, abierto en los laterales a modo de triquini y con un amplio escote.
Dianne Krugger tampoco pasó desapercibida con un vestido de encaje en tonos burdeos, así como la ganadora del Oscar a la mejor actriz de reparto, Alicia Vikander, que dejó su vestido amarillo para enfundarse en uno negro de lentejuelas que le sentaba como un guante. Selena Gómez, Alessandra Ambrosio, Emilia Clark, Sofía Vergara, Melanie Griffith o una embarazadísima Anne Hathaway tampoco quisieron perderse la fiesta de esta revista.
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