El alcalde Martínez-Almeida homenajea al origen escocés del chotis con su hierático baile nupcial

El chotis Madrid del compositor mexicano Agustín Lara es una de las grandes canciones sobre la capital española, con permiso del jiennense Joaquín Sabina. Lara se inspiró en el ombligo de España ("en México se piensa mucho en ti") sin haber pisado hasta entonces las aceras madrileñas. Es un tema nostálgico que ha pasado a la posteridad, himno oficioso de los vecinos de la Villa y Corte.

Y era el chotis que debía sonar, claro que sí, en el baile nupcial del primer alcalde madrileño que se casa estando en el cargo de regir el destino de los madrileños. "Madrid, Madrid" sonó en la voz de Plácido Domingo, un paisano ilustre para abrir la fiesta de la boda de José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo, celebrada este sábado en la finca familia de ella, El Canto de la Cruz, en Colmenar Viejo.

El alcalde y su esposa decidieron tener ese detalle madrileño hacia la concurrencia de su fiesta y quisieron iniciar su matrimonio de la forma más castiza posible.

El vídeo ha 'rulado' a lo grande por las redes sociales y la opinión en unánime: a la feliz pareja le han faltado horas de ensayo para tener soltura en la interpretación. Sí, tal vez debían ser muchas más horas para que la expresión corporal fluyera. Pero lo han compensado con buen humor. Los amigos y la familia lo han aplaudido.

Lo que no se puede negar a Martínez-Almeida, y también a su pareja, es la ausencia de complejos y el desparpajo para arrancarse con esa coreografía calculando los comentarios que iban a sucederse al hacerse público el vídeo.

Teresa Urquijo después bailó con su padre, su padrino, otro chotis, y ambos mostraron más galanura. Almeida bailaba con la madrina, su hermana Casilda.

Como poco, viendo los movimientos del alcalde hay que apelar al origen escocés del chotis. El baile típico de Madrid, tan decimonónico de las verbenas de farolillos, se remonta a sones escoceses que aterrizaron con éxito en la capital. "Chotis" viene de "scotisch", el origen de esas melodías adoptadas que tanto gustaban bailar agarrados. Almeida era digno de tierras nórdicas.