El príncipe sin trono se casa con una periodista

Nicolás Medforth-Mills contrajo matrimonio el domingo con la periodista Alina María Binder. La suya fue una boda con tintes reales, celebrada en el castillo de Peles, en Sinaia, tradicional lugar de veraneo de la familia real rumana, pero sin los invitados que habría tenido en otra época.

Ningún royal europeo estuvo presente en el enlace del nieto del último rey del país de los Cárpatos, Miguel de Rumanía. La familia real rumana, emparentada con algunas casas reales como la griega –Miguel de Rumanía era primo de la Reina Sofía–, goza del aprecio de otros miembros de la realeza. Muestra de ello fue la asistencia masiva de príncipes y reyes en el funeral de Miguel, fallecido el 6 de diciembre de 2017. Más de 40 estuvieron presentes en ese último adiós. Una estima que parece no extrapolarse al nieto del depuesto rey, Nicolás de Rumanía.

El motivo bien podría ser la decisión de su abuelo de apartarle de línea de sucesión al trono en 2015 –era el segundo tras su tía Margarita–. El entonces rey de Rumanía, que se vio obligado a abandonar el trono y exiliarse en 1947, envió un comunicado para informar de que la decisión se debía a que “la familia real y la sociedad rumana de estos tiempos necesitarán un dirigente bajo el signo de la modestia, bien equilibrado, con firmes principios morales y que siempre piense en el servicio a los demás”. Entonces se especuló con que el motivo era que Nicolás había dejado embarazada a una joven y luego se había negado a cumplir con sus obligaciones como padre. Poco importó que años más tarde se arrepintiera y quisiera darle sus apellidos a la niña.