Penélope brilla entre la excentricidad del MET
El concepto de lo 'camp' lleva a Lady Gaga a quedarse en ropa interior y a Katy Perry a vestirse de candelabro
La gala más excéntrica de cada año, la del Museo Metropolitano de Nueva York (MET), tuvo en esta ocasión una resplandeciente modelo con el candelabro representado por Katy Perry y una bella representación de lo "camp", el concepto de este año, con Penélope Cruz, en blanco y negro de Chanel. Y ojo, un flequillo que evocaba a sí misma, en su anterior gala MET, en 2010. Cada invitado quiso interpretar a su estilo esa evocacion nostálgica "camp", donde el rosa fue la tónica. Penélope fue clásica y a su vez destacó entre el 'ruido' de la provocación.
La gala del MET es la cita neoyorquina más extravagante y a la vez más imaginativa de cada año a través de la iniciativa de la editora de Vogue y gurú de la moda (como ya relataba El diablo viste de Prada) Anna Wintour. La periodista elige a 550 invitados, con una entrada que ronda los 25.000 euros. La propia Wintour en su propuesta de rescatar el pasado de la manera más romántica eligió una túnica rosa de Chanel y capa de plumas.
Su evocación romántica contrastaba aun así con la 'luminosidad' de Perry
En el duelo de divas, con rosa chicle, Lady Gaga, rodeada de bailarines, se lo puso difícil a su rival 'candelabra', con toda la voluminosidad y diversidad de la propuesta de Brandon Maxvell, con cuatro cambios.
Tras el modelo negro que llevaba debajo de la inmensa capa se quedó en ropa interior, a lo matrioska, posando así en la escalera.
Jennifer Lopez, sin embargo, no pareció innovar. Su modelo de brillos y cristales pareció demasiado 'camp', como si ya la hubiéramos visto más veces con tal pose.
La brasileña Giselle Bundchen, de rosa empolvado, formaba una de las parejas de la noche neoyorquina con su marido, el deportista Tom Brady
Naomi Campbell optó por un fantástico modelo de Valentino, con medias de encaje y capa de plumas que la envolvían en pura nostalgia vintage.
La tenista Serena Williams quiso ser aparatosa con su personalidad. Combinó su vestido amarillo neón de Versace con zapatillas de Nike.
Y entre las excentricidades, por el lado masculino, el cantante Harry Styles, de negro y transparencias, con pantalón de traje de tiro alto y camisa con lazada al cuello y chorreras en las mangas.
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