Un cambio radical
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Vida sentimental de un Nobel
El escritor Mario Vargas Llosa se ha visto halagado en su ilusión por entrar en la Academia Francesa como el primer autor que no ha desarrollado su obra en francés que ingresa en la institución auspiciada por el cardenal Richelieu y fundada en 1633. Un acto brillante en lo académico en el que Vargas Llosa se vio respaldado por la institución y por invitados presentes como el rey emérito y su hija la infanta Cristina, a los que el autor de La guerra del fin del mundo agradecía su asistencia.
Lo más importante en lo personal para el Nobel ha sido la presencia, otra vez, de toda su familia. De sus tres hijos con sus respectivas parejas y con la que fue su esposa durante medio siglo. Patricia Llosa ha vuelto a ocupar su sitio en la vida del escritor, al que ha perdonado "20 o 30 veces" que se marchara con otras mujeres. Ha regresado con ella, tal como le auguró por carta a la mismísima Isabel Preysler en 2015. No era un augurio de despecho, sino una realidad. Para la reconciliación de Patricia Llosa con su ex marido (en este ocasión sí que se firmó un divorcio) los tres hijos, Álvaro, Gonzalo y Morgana, han sido fundamentales para que la pareja vuelva a convivir. Ella perdonó su marcha, tal como escenificaba este jueves asistiendo al acto en París. A su vez los tres hijos del escritor han expuesto en fotos toda la felicidad posible para lanzar un mensaje de contraataque a lo vertido por el entorno de Isabel Preysler. En la revista ¡Hola! la madre de Tamara Falcó ha manifestado que Vargas Llosa "ha caído muy bajo" por burlarse de su hija en el relato Los vientos. En esta obra publicada ya en 2020 el autor hispano-peruano deja traslucir su desencanto por la relación con Isabel Preysler. Habla ahí de "un enamoramiento violento y pasajero", por "pensar por la pichula" en lugar de con la cabeza.
Patricia Llosa en buena parte se siente triunfadora al recuperar a su amor de medio siglo, pese a sus vaivenes, y al estar presente en París ha mostrado un orgullo respaldado por toda la familia.
Sin embargo durante el acto la pareja de Vargas Llosa ha caído rendido al cansancio. En el vídeo de la ceremonia fue captada con los ojos cerrados durante mucho tiempo, tal vez dormida, mientras escuchaba el discurso de ingreso. Vargas Llosa pronunció su intervención en francés durante 73 minutos lo que hizo amodorrar a algunos presentes, caídos en el confort de las sillas de la academia. Patricia Llosa vive tras su reconciliación en un sueño. Nunca mejor dicho.
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