El Paseo de la Fama de Hollywood sigue sumando estrellas 50 años después

La primera estrella del paseo la recibió en febrero de 1960 Joanne Woodward. Un grupo de influyentes magnates, entre ellos Walt Disney y Cecil B. DeMille, eligieron a los primeros 500 receptores.

Barbara Munker (Dpa)

07 de abril 2010 - 20:05

Los ángeles/Visiblemente conmovido, el achacoso astro de Easy Rider Dennis Hopper contemplaba a finales de marzo su brillante estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood. Enfermo de cáncer, el actor no quiso perderse el estreno de la estrella 2.403 en la famosa acera de la meca del cine. Y el próximo nombre ya tiene fecha: el 12 de abril el Gladiator Russell Crowe también tendrá su reluciente placa. Pero la historia se remonta ya medio siglo atrás.

Espacio hay de sobra en el bulevar de aproximadamente cuatro kilómetros, donde desde hace 50 años quedan inmortalizados los nombres de los grandes del entretenimiento. El creador de Avatar, James Cameron, obtuvo su estrella el pasado diciembre mientras que ex mujer, Kathryn Bigelow, la primera mujer en alzarse con un Oscar a la mejor dirección, aún no posee ninguna. "¡Kathryn sólo tiene que llamarme!", dice Ana Martinez, de la Cámara de Comercio de Hollywood.

La Stargirl lleva más de 20 años organizando la ceremonia, aunque naturalmente, lleve más trabajo que una simple llamada. Anualmente, en junio, un equipo de cinco miembros elige de entre unas 300 propuestas dos docenas de nombres que tendrán su estrella el año siguiente. Cualquiera puede proponer a su candidato, dice Martinez. En la mayoría de los casos, son los propios fans o los estudios de cine quienes presentan las nominaciones, con la condición de que el nominado acepte y la cuenta de los distribuidores reciba 25.000 dólares.

Para los estudios, que normalmente prevén la llegada de sus estrellas al Walk of Fame para que coincida con algún estreno, la suma es una minucia en su presupuesto publicitario. Pero también los fans se las arreglan: por ejemplo, el club de fans de Liza Minnelli consiguió reunir la cantidad en los años 90 organizando mercadillos y fiestas, apunta Martinez.

En torno a diez millones de curiosos de todo el mundo pasean cada año por el bulevar de las estrellas, según la Cámara de Comercio. Caminan sobre baldosas negras en las que destacan las rosadas estrellas de cinco picos, con relucientes nombres y adornos. Actualmente, el paseo está siendo sometido a un lavado de cara de cuatro millones de dólares para borrar las huellas de sus muchas pisadas.

Más de 300 estrellas aún no tienen nombre, pero recibirán a sus propietarios en los próximos años. Los organizadores tratan de elegir siempre un lugar adecuado para sus estrellas, aunque no siempre les cuadran los cálculos: la actriz Farrah Fawcet, famosa por sus tirabuzones rubios, recibió su estrella en 1995 a las puertas de un chic salón de peluquería, que sin embargo pronto cerró. Y en algunos casos, las rupturas amorosas tuvieron su trágico reflejo en el Paseo de la Fama: "Fue muy triste la separación entre Susan Sarandon y Tim Robbins, sus estrellas están una junto a la otra. Y no se puede hacer nada", lamenta Martinez.

La primera estrella del paseo la recibió en febrero de 1960 Joanne Woodward, que ya entonces había rodado junto a su marido Paul Newman El largo y cálido verano. Un grupo de influyentes magnates hollywoodienses, entre ellos Walt Disney y Cecil B. DeMille, eligieron a los primeros 500 receptores. Pero no todo fue coser y cantar. Por ejemplo, al principio se negó una placa al grande del cine mudo Charlie Chaplin por sus inclinaciones políticas hacia la izquierda. Su hijo se quejó y Chaplin recibió finalmente su estrella en 1972.

Kirk Douglas tuvo suerte de que la suya reapareciera. "La policía llamó con la buena noticia de que la placa había sido encontrada en el jardín de un traficante de drogas", recuerda Martinez, en relación con la misteriosa desaparición de la estrella. La que le robaron a Gregory Peck nunca apareció y tuvo que volver a elaborarse. Y el cantante de country y actor Gene Autry, fallecido en 1998, es el único artista que cuenta con cinco estrellas en el paseo: una por cada categoría (cine, televisión, música, teatro y radio).

En cambio, faltan algunos nombres como los de Robert Redford, Michael Douglas, Robert DeNiro, Kate Winslet o Julia Roberts. "No es culpa nuestra", se defiende Martinez. "Hace muchos años que lo intentamos con Clint Eastwood, pero sencillamente no le interesa". Quizá esté demasiado ocupado, supone la Stargirl. "Venga, Clint", pide al ganador de cuatro Oscar. "¡La gente quiere verte aquí!".

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