PSY, el escándalo es surcoreano

El alcohol es un elemento intrínseco de muchas culturas, y también de las del Extremo Oriente, tal y como han demostrado las declaraciones del cantante Park Jae-sang, más conocido como PSY, cantante surcoreano de 35 años que ha reconocido lo siguiente a una revista estadounidense: "Si estoy feliz, bebo. Si estoy triste, bebo". La revista The Sunday Times ha publicado además las razones del alcoholismo de la estrella, y es que, según el propio PSY, su pasado está repleto de abusos por parte de su padre, lo que lo hizo caer en el mundo de las drogas y el alcohol. Siempre ha sido una persona muy necesitada de cariño y con un afán desesperado por llamar la atención, que parece haber conseguido en parte con sus múltiples éxitos de ventas. Una carrera llena de luces y de sombras que no está exenta de plagios, bailes provocativos, censuras y, tal y como él mismo ha confesado, de su "mejor amigo": el vodka coreano.

PSY revolucionó el mundo de la canción hace algunos meses con su tema Gangnam Style. Medio mundo recuerda y baila sus originales coreografías, disfruta con sus cómicos videoclips e intenta memorizar sus letras. El pasado abril, lanzaba su segundo hit mundial a través de las redes sociales, Gentleman. Muy en la línea del primero, propone algunas escenas subidas de tono, un baile fácil de imitar y una letra pegadiza. La popularidad de esta canción subió como la espuma rápidamente, convirtiéndose, igual que su anterior single, en líder de visitas en Youtube.

Sin embargo, poco después de lanzar su nuevo single, varias personas lo criticaron porque su coreografía se parece misteriosamente a la de otro grupo coreano menos conocido. Concretamente, en el videoclip del grupo Brown Eyed Girls titulado Abracadabra se puede apreciar un paso de baile en el que las integrantes, todas mujeres, mueven las caderas mientras entrecruzan los brazos. Casualmente, ésta es la misma posición que adopta PSY en el estribillo de Gentleman. Sin embargo, este es sólo el último capítulo en la vida del polémico rapero de Seúl.

Las censuras y multas a sus temas musicales han acompañado su carrera desde que comenzó a hacerse famoso. En 2001 su primer disco, Psy from the psycho world, fue multado y más tarde se prohibió su venta a menores. ¿Las razones? Las autoridades surcoreanas consideraban que no difundía buenos valores para la juventud.

A pesar de todo, nadie puede negar que su carrera es imparable, aunque al parecer todavía no se ha visto compensado económicamente. Tal y como contaba a una locutora de la emisora Kiss FM en Inglaterra, está siendo muy difícil agrupar los éxitos de más de cien países con iTunes, por lo que todavía no sabe cuáles son las ganancias que le ha reportado su "baile del caballo", líder de ventas en más de 30 países de todo el mundo.