Los Obama eligen España para pasar sus vacaciones

Aprovechando que el ex presidente de Estados Unidos, Barack Obama, tiene que viajar a Madrid el viernes para participar en un foro económico, la familia Obama al completo tiene previsto quedarse unos días en España para disfrutar de las vacaciones estivales.

De momento se desconoce qué lugares visitarán Barack, Michelle y sus dos hijas, Malia y Sasha. Es la primera vez que los cuatro viajan juntos para pasar parte del verano en nuestro país, algo que Michelle ya hizo con su hija pequeña en dos ocasiones. La primera vez la ex primera dama y Sasha se alojaron en un hotel malagueño y visitaron Marbella y Granada.

La segunda ocasión Michelle se decantó por Mallorca. A la isla le invitaron sus buenos amigos James Costos y Michael Smith. Estos dos también ejercieron de anfitriones el verano pasado en California, donde la familia Obama pasó su primer verano fuera de la Casa Blanca.

Aunque tanto medios nacionales como internacionales habían recogido que se esperaba la presencia de Obama el sábado en la boda del magnate Kimbal Musk, finalmente el ex mandatario estadounidense no se dejó ver por allí, y fuentes oficiales confirmaron que se encontraba aún en Estados Unidos.

Los veranos de los Obama suelen transcurrir en Martha's Vineyard, una pequeña isla frente a las costas de Nueva Inglaterra. Allí, la familia suele hospedarse en la casa de David y Patricia Schulte. Pero desde que Barack ha dejado la Casa Blanca, el ex presidente y su familia no dejan de recibir invitaciones para visitar algunos de los sitios más bonitos del planeta. El año pasado, por ejemplo, Obama disfrutó de unos días de descanso en el rancho Miragre, en California, propiedad de James Costos y Michael Smith; en la isla Necker, refugio privado de Richard Branson; en Hawai, el estado natal del ex presidente; en la isla de Tetiaroa, antiguo hogar de Marlon Brando; en la Toscana; en Bali; y en Yakarta. Este año, es el turno de España.

Barack Obama y Michelle son dos enamorados de España. La visita del presidente a nuestro país en 2016 fue un hito en la historia de las relaciones bilaterales: fue la primera vez que un mandatario estadounidense pisó suelo español en quince años.