Muere Ira de Fürstenberg, ex esposa de Alfonso de Holenlohe, el 'inventor' de Marbella

La princesa Ira de Furstenberg, nombre que copó portadas de revistas durante décadas, ha fallecido este lunes en su casa de Roma a los 83 años. Era la ciudad donde también nació, en 1940. Estuvo casada con Alfonso de Hohenlohe, con el que contrajo matrimonio cuando sólo era una adolescente de 15 años. Tras esta relación con el empresario impulsor de Marbella como destino turístico a través del emblemático hotel Marbella Club, se dedicó al mundo de la interpretación y fue diseñadora de joyas además de ser una figura imprescindible en fiestas y galas de la jet set europea.

Virginia von Fürstenberg, Ira de apelativo familiar que convirtió en su nombre, era hija del príncipe Tassilo von Fürstenberg y de Clara Agnelli, de la familia dedicada a la automoción, nieta del fundador de Fiat, Giovanni Agnelli. En 1955 se casó en Venecia con Hohenlohe, ahijado de Alfonso XIII, de ascendencia española, mexicana y checa.

Uno de los dos hijos del matrimonio, Hubertus, representó a México en varios Juegos Olímpicos de invierno. Su hijo mayor, Christopher (era conocido como Kiko), murió en una prisión tailandesa en extrañas circunstancias en 2006, donde había ingresado por una alteración en los visados de estancia en el país. Hubertus probó con la música y es también fotógrafo.

En 1960, con 20 años, se divorció de su primer marido y pocos meses después se casó con un empresario brasileño, Francisco Baby Pignatari, del que se divorció en 1964 sin tener descendencia.

En 1967 debutó en el cine y participó en una veintena de títulos de cine bélico, de acción y romántico, convirtiéndose en una figura popular al ser una princesa enrolada en los platós. Participó en una de las películas españolas más taquilleras en los años 70, No desearás al vecino del quinto, con Alfredo Landa. A este estrellato se le unió su continua labor social y convertirse en un nombre de referencia para las revistas. Entre sus contadas apariciones televisiva en TVE figura el Esta es su vida que a finales de los 70 Amestoy dedicó a Alfonso de Hohenlohe y donde apareció en el plató con sus hijos. Coleccionista de arte, era embajadora de firmas de alta costura y productos de lujo.

Amiga próxima a Rainiero de Mónaco, su presencia también fue habitual en el principado y mantuvo una relación estrecha con Alberto y Carolina de Mónaco y sus familias. En el otoño de 2022 fue la anfitriona de una fiesta personal en el palacio de Liria tras la pandemia.

Sus piezas de joyería y alta bisutería son cotizadas y sus colecciones se exhibían en el Marbella Club, origen del prestigio de la Costa del Sol labrado por su primer ex marido.