Mari Ángeles Quesada, pareja de El Cordobés, ángel para su hijo y un extraño pasado

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María de los Ángeles Quesada junto a Manuel Díaz y Virginia Troconis en el acto de recuerdo de Manuel Benítez como Califa del Toreo
María de los Ángeles Quesada junto a Manuel Díaz y Virginia Troconis en el acto de recuerdo de Manuel Benítez como Califa del Toreo / EFE

Para Manuel Díaz El Cordobés hay dos mujeres fundamentales que han contribuido al encuentro con su padre Manuel Benítez. Por un lado la madre del diestro, María Dolores Díaz, que durante más de 40 años bregó para que se hiciera justicia con el reconocimiento de la paternidad. El Cordobés hijo asumió que esa pugna judicial y empeño personal conducían a proclamar la honestidad y verdad de su madre, que en 1967 había tenido una relación efímera y secreta cuando era asistenta en casa de unos amigos del maestro. La negativa de Benítez a reconocer lo que para los demás era una evidencia angustiaba aún más a Díaz que se centró en los ruedos como una reclamación de su vocación y ascendencia.

El juicio de 2016 vino a corroborar una paternidad que podía resolverse a simple vista. El ADN era concluyente y la defensa de Manuel Benítez ni siquiera recurrió. El diestro veterano cedía ante la justicia pero no aceptaba un ansiado encuentro que se ha producido casi siete años después. El Cordobés padre se divorció de su esposa Martina, madre de cinco hijos habidos en el matrimonio.

La otra persona que ha sido crucial en el encuentro de padre e hijo es una paisana de Palma del Río, población natal del torero. Para Díaz ha sido "un ángel", la persona allegada a Benítez que sido decisiva para empujar al ansiado encuentro de ambos: María de los Ángeles Quesada, Mari Ángeles Quesada.

Manuel Benítez y su actual pareja a la salida de un acto en Córdoba el año 2020
Manuel Benítez y su actual pareja a la salida de un acto en Córdoba el año 2020

Esta mujer, 25 años menos que el diestro (él tiene 86 años, ella, 61), convive con Benítez desde el año 2017, meses después de su divorcio, pero se conocían desde que ella era una niña y un hecho rocambolesco forma parte de la vida de ambos.

Quesada, viuda, jardinera de profesión, era hija de un picador de la cuadrilla de Manuel Benítez. El diestro la conocía desde pequeña y no podía salir de su asombro cuando supo en 1982, cuando ella tenía 20 años, que fuera una de las detenidas por el robo en la casa de su finca La Mata. La joven y un compañero en el robo entraron en el cortijo para hacerse con un botín de cien mil pesetas en metálico y varias joyas. Ella conocía el lugar por esa relación profesional de su padre con el diestro.

Manuel Benítez tira de los pelos a Manuel Diaz en su encuentro en Córdoba
Manuel Benítez tira de los pelos a Manuel Diaz en su encuentro en Córdoba / EFE

Al cabo de los años el destino los iba a reencontrar y aunque Quesada no ha sido bien vista por miembros del entorno del torero al cabo de tanto tiempo ha sido la mujer que se ha convertido en su apoyo vital. La lección de su pasado ha sido fundamental para el reencuentro. Si Manuel Benítez fue capaz de perdonarla cómo no iba a perdonarse a sí mismo para reconocer de una vez, abiertamente, la paternidad a Díaz.

Díaz lo tiene bien claro: "Es un ángel en la tierra. Ha hecho posible esto y se lo agradeceré siempre, mi mujer y yo", fueron la palabras del diestro, en nombre de él y de Virginia Troconis, cuando este martes expresaba toda su experiencia a lo largo de estos años para recibir, al fin, el abrazo de su padre y poner el contador de la vida de ambos a cero.

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