Un cambio radical
Alberto Isla, así es la vida actual del padre del hijo de Isa Pantoja
El juez ha dado la razón a Lydia Bosch en la sentencia de divorcio. Tras 18 meses de litigios y un proceso no exento de polémica, la Justicia le ha concedido la guardia y custodia de sus mellizos, Ana y Juan, a Lydia y recibirá una importante indemnización por parte de su ex marido, el arquitecto Alberto Martín Caballero.
Tras el juicio celebrado el pasado 20 de septiembre, el juez ha firmado la sentencia de divorcio y con ella confirma las medidas provisionales que había pedido Lydia y deniega lo solicitado por Alberto el querer tener en exclusiva la custodia de los hijos habidos dentro del matrimonio. De modo que finalmente será la actriz la que viva con sus hijos. Alberto podrá verlos las tardes de los lunes y los miércoles y fines de semana alternos. Por otro lado, el ex marido de Lydia tiene que indemnizarla con 350.000 euros por el desequilibrio patrimonial que le causó dicho matrimonio, pasarle una pensión alimenticia de 6.500 euros y el 50 por ciento de los gastos.
Tras esta sentencia completamente favorable, la actriz y presentadora por fin ha vuelto a sonreír después de muchos meses. De hecho, hace unos días se la veía por las calles de Madrid sin poder ocultar su alegría junto a su amiga y confidente Patricia Cerezo, mujer del presentador Ramón García, quien se ha convertido en los últimos meses en su gran apoyo en este largo y complicado proceso de separación matrimonial.
Los primeros momentos fueron los peores ya que la famosa actriz de Médico de familia y Motivos personales, entre otras series de televisión, puso una denuncia a su ex marido por abusos sexuales hacia su hija de 17 años, Andrea, fruto de la relación que tuvo con el actor Micky Molina.
Martín fue detenido, a finales del mes de abril de 2009 pero, después de su comparecencia, el juez acordó su puesta en libertad sin medidas cautelares, denegando la solicitud de alejamiento que reclamaba Lydia Bosch en calidad de tutora de la menor.
El escándalo estalló en los medios de comunicación. El padre, Micky Molina, dijo que él mismo se personaría como acusación particular. Según la niña, que luego prestó declaración, todo habría sucedido hace cinco años, cuando Martín Caballero habría intentado besarla en la boca varias veces, algo que la dejó muy afectada y no se atrevió a confesarlo, al parecer, para no romper la familia. Cuando Lydia y Alberto decidieron separarse fue cuando ella se lo contó a su madre. En julio de 2009, la Justicia ordenó el sobreseimiento del caso al no haber pruebas concluyentes y existir, además, un enconado proceso paralelo de divorcio.
Ahora, Lydia acaba de ganar la demanda de divorcio. Pero su ex parece que no se dará por vencido y ha decidido recurrir dicha sentencia.
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