Luis Alfonso de Borbón, un pasado y presente oscuros

La vida no ha sido fácil para Luis Alfonso de Borbón. El enlace de sus padres, Alfonso de Borbón y Dampierre y Carmen Martínez Bordiú, en el año 1972, fue visto como la unión de dos sagas que no fueron escogidas al azar y que hizo presagiar que tras la dictadura franquista, que se prolongó 40 años, la monarquía volvería a restaurarse y que esta sería borbónica. El poder seguiría estando en manos de los Franco, pero de forma más diluida. Algo sucedió en el transcurso de la convivencia con el descendiente del último rey de Francia, Alfonso, para que Franco lo descartara de las quinielas. En su lugar se decantó por un pequeño muchacho de ojos azules, proclamándolo heredero al trono de España. Esto provocó una lucha entre los descendientes directos de los reyes franceses y españoles, entre el que estaba también Don Juan, padre de Don Juan Carlos, legítimo rey si se seguía la línea sucesoria. Desde entonces, y por herencia, la batalla que ha librado Luis Alfonso en favor de su derecho al ocupar cualquiera de los dos tronos ha sido apoteósica. Enemistado con la Familia Real y miembro activo de los lobbies que defendían su derecho a convertirse en el rey Luis XX, el nuevo duque de Anjou fue creciendo con un sentimiento de derrota.

A nivel personal la desdicha también hacía aparición. En el año 1982 se divorcian sus padres y tanto él como su hermano mayor, Francisco, tienen que pasar temporadas con uno y con otro. En uno de esos viajes en el que iban, además de su hermano, su padre y la institutriz sufren un accidente de tráfico. Su padre, al volante, no pudo esquivar un camión y chocó contra él en una carretera comarcal. Debido al choque su hermano mayor fallece con tan solo 11 años de edad. La pérdida supuso un varapalo para una familia que no volvería a reponerse. Mientras Carmen Martínez Bordiú, su madre, rehacía su vida personal, huyendo de la tristeza, su padre jamás olvidaría el accidente. Años más tarde, un nuevo suceso sacudiría su vida. La tragedia se cebaría una vez más con él. Cuando Alfonso de Borbón se trasladó a Beaver Creek, en Estados Unidos. como representante de la Federación Española durante los juegos de invierno nada hace presagiar el suceso. En una de las pistas de esquí, un cable de acero cruzaba la ladera por la que este se precipitó. Un corte limpio, a la altura del mentón acaba con su vida de forma inmediata.

Mucho más tarde la vida del duque dio un giro cuando tras un exilio voluntario en Francia vuelve a España para casarse con Margarita Vargas Santaella con la que en la actualidad espera a su cuarto hijo. Una familia numerosa y feliz la que forma junto a su esposa, su hija mayor, Eugenia y sus dos mellizos, Alfonso y Luis. Desde hace algún tiempo vive retirado del foco mediático, al que ha regresado a tenor del tema de la exhumación de Franco, a la que se opone. A principios de agosto se le vio también con toda la familia disfrutando de una jornada de diversión en Disneyland París.