Un cambio radical
Alberto Isla, así es la vida actual del padre del hijo de Isa Pantoja
Fiestas desatadas
Kiko Rivera nunca puede dejar indiferente si está a gusto, como en el último programa de La resistencia. Con David Broncano los entrevistados se dejan llevar y empiezan a contar cosas como si estuvieran entre amigos. Y el hijo de Isabel Pantoja, tras dos meses de preocupación e incertidumbre por el ictus, tenía ganas de expandirse, charla y pasarlo bien en la guarida del espacio de Movistar Plus +.
El dj ha relatado sus recuerdos juveniles y otros tantos no tan recientes en los que desgrana cómo eran sus noches desatadas. Fiestas memorables y donde un lugar como Cantora, alejado de vecinos a los que molestar, ya el asunto se empinaba hasta lo sublime. La finca que adquirió Paquirri, ubicada en el término de Medina Sidonia, ombligo de la provincia de Cádiz, era el lugar propicio para pasar días enteros de juerga. "Ïbamos pero no sabíamos cuando salíamos". Las fiestas en Cantora tenían principio pero parecían no tener fin.
Eran fiestas que Kiko y sus amistades organizaban cuando Isabel Pantoja estaba de gira o en Madrid y no se iba a presentar de un momento a otro para aguar la fiesta, nunca mejor dicho. Al personal de la finca él les entregaba una propina para que guardaran silencio ante los extremos en que se llegaba en la euforia de Cantora. Y también "les dejaba participar".
Entre los momentos evocados por Kiko se encuentra que una vez llevó a "dos leones" a una celebración para que fuera algo exótico. Un peligro, vamos. Rivera cambiaba la vocación familiar de los toros por la domadora de Ángel Cristo.
La Guardia Civil, el Seprona, al conocer la existencia de esos felinos en Medina Sidonia intervino para que fueran llevados a un lugar adecuado.
Broncano recordaba que contactó con Isabel Pantoja para hacer un programa de La resistencia en Cantora. Kiko le dio la llave, que todavía conserva. La intención está ahí.
También te puede interesar
Lo último