Kim Basinger reaparece

Una de las grandes sex symbols del siglo XX, Kim Basinger, espléndida a sus 60 años recién cumplidos el pasado día 8, acaba de reaparecer en la escena pública después de casi cuatro años sin hacer cine. En su última película, Siempre a mi lado, encarnaba a la madre de Zac Efron. Ahora, la rubia más atractiva de la década de los 80 acaba de estrenar una nueva película, Grudge Match (La gran revancha). En ella comparte protagonismo con otros monstruos sagrados de Hollywood: Sylvester Stallone y Robert De Niro.

Con indumentaria de inspiración masculina, en esa línea de sastrería para la mujer que apunta a tendencia esta temporada, Kim Basinger asistió a la premiere mundial la noche del lunes e hizo su paseíllo sobre la elegante y sobria alfombra negra del legendario Teatro Ziegfeld de Nueva York con un traje de chaqueta azul marino con raya diplomática de Ralph Lauren y el pelo recogido en una coleta. Al más puro estilo gánster, la actriz, que nunca ha sido fan de dejarse ver en los estrenos, hizo una excepción y cautivó a todos los presentes. Y es que la intérprete de Nueve semanas y media es el mejor ejemplo de cómo desafiar a la edad y lucir así de espléndida. "No soy una chica de alfombra roja, pero adoro mi trabajo", comentó a su llegada.

El regreso de Kim Basinger después de un tiempo alejada de los focos y sets de rodaje será por partida doble en 2014, pues el año que viene también está previsto el estreno de otra película suya, Third Person (Tercera persona), en la que comparte cartel con James Franco y la novia de Ashton Kutcher, Mila Kunis.

La que fuera Miss Georgia Junior con 16 años, chica Bond en No digas nunca jamás, símbolo sexual con Nueve semanas y media y Oscar en 1998 a la mejor actriz de reparto por su interpretación de Lynn Bracken, la belleza misteriosa de L.A. Confidencial, ha dejado el registro de mujer fatal para especializarse en sus últimas dos películas en personajes secundarios de peso.

Quienes quedaban boquiabiertos con sus curvas y su espectacular melena rubia, sucumben ahora a su talento. Pese a sus logros profesionales, de lo que más orgullosa se siente Basinger es de su papel de madre, pues mantiene una magnífica relación con su hija Ireland, fruto de su matrimonio fracasado con el también actor Alec Baldwin. Aunque Ireland, quien está dispuesta a seguir los pasos de sus famosos padres en el mundo de la interpretación, se acaba de independizar recientemente y ha dejado a su progenitora con síndrome del 'nido vacío'. "Lo está haciendo muy bien y lo único que quiero es que siga su propio camino y que lo recorra por sí misma", afirma Kim sobre la incipiente carrera de su hija en el mundo de la moda y el cine.

En una reciente entrevista en People, con motivo de su 60 cumpleaños, Kim hizo un repaso al momento actual de su vida, compartiendo con los muchos admiradores que la han seguido a lo largo de más de tres décadas su decisión de no consumir más pastillas para la ansiedad: "Ahora me despierto y disfruto de la vida. Yo no quería vivir empastillada, quería enfrentar todos mis miedos".

Los trastornos psicológicos los arrastra desde su divorcio de Alec Baldwin y el enfrentamiento que ambos mantuvieron por la custodia de su única hija. Él la acusó de alcohólica y ella, de haberla maltratado psicológicamente. Tanto le afectó esta separación que desde entonces la actriz no ha rehecho su vida y ha vivido volcada en su niña.