Kellie Chauvin, la ex mujer del policía que ha incendiado EE UU

Oak Park Heights, la prisión de máxima seguridad a poco más de media hora de Minneapolis, será la nueva morada de Derek Chauvin, el policía que acabó con la vida de George Floyd, muerte que ha generado la mayor oleada de disturbios en Estados Unidos y ha puesto a Donald Trump contra las cuerdas. Salvo sus abogados, pocas visitas recibirá el agente despedido, ninguna será de la que hasta el pasado 29 de mayo era su esposa: Kellie Chauvin.

Totalmente devastada, la mujer del hombre más odiado al otro lado del charco solicitó el "divorcio irremediable" tres días después e hizo llegar un comunicado público a través de su abogada, Amanda Mason (Sekula Law Offices), en el que mostraba las condolencias a la familia y seres queridos de Floyd. Además, renuncia a cualquier tiempo de compensación o apoyo económico, no quiere "ni un centavo" de su compañero sentimental en la última década.

“Si bien la señora Chauvin no tiene hijos de su matrimonio actual, solicita respetuosamente que sus hijos, sus padres y su familia tengan seguridad y privacidad durante estos momentos tan difíciles”, continuaba la información, en la que confirmaba el "colapso irrecuperable" de su relación es el responsable del punto final a un matrimonio de diez años.

Colaboradora activa de la comunidad Hmong

Nacida hace 46 años en Laos (Tailandia), Kellie huyó de la guerra junto a su familia, que decidió establecerse en la primera potencia del mundo. La técnico de Radiología se proclamó en 2018 ganadora de Miss Minnesota, un concurso al que se presentó a instancias de un amigo, según revela Twin Cities. Comentan que lo hizo para representar a la comunidad Hmong y superar las intimidaciones que padeció de niña por su apariencia física y su condición de refugiada.

Kellie es reconocida como una colaboradora activa en su comunidad, no solo aportando ayuda financiera ONG y pequeñas empresas, también es traductora voluntaria para los hospitales locales y ha ofrecido su casa como "refugio seguro" para mujeres de su país que atraviesa una situación complicada. "Les ayudo a encontrar vivienda y trabajo y les proporciono los recursos que necesitan. Realmente solo hace falta una persona para marcar la diferencia", comentó diario de Minneapolis.

La ex mujer de Chauvin deberá empezar de cero, ya que en estos momentos se encuentra desempleada como agente inmobiliario, su último trabajo. Durante muchos años, Kellie trabajó en el Centro Médico del Condado de Hennepin, el mismo en el que se conocieron cuando él trasladó hasta allí a un sospechoso y donde fue declarado muerto Floyd.

En la misma entrevista al rotativo local comentó algunas cualidades de Chauvin que motivaron su romance. "Debajo de ese uniforme, él solo un tierno. Es un caballero", relató. Además, Kellie aseguraba que tras su divorcio del padre de sus dos hijos, Kujay Xiong, tenía muy claros los "elementos imprescindibles" para iniciar una nueva relación sentimental y el ya ex policía parecía ajustarse a todos.

Pero una década después y tras ser testigo de los casi nueve minutos de angustia que padeció Floyd durante la violenta detención llevada a cabo por su esposo, todas aquellas cualidades se han difuminado para siempre. Aseguran que no hay marcha atrás en su decisión fulminante por acabar con su matrimonio como tampoco de ayudarle a pagar la fianza de 450.000 dólares que le ha impuesto el juez. Además, solicita cambiar su apellido y que le sean otorgados los títulos de dos propiedades: la residencia familiar en Minnesota y otra, cerca de Orlando (Florida).