Kate Middleton, la princesa de Gales, no reaparecería ya en este año

El cáncer que sufre la princesa de Gales le va a obligar a una nueva intervención quirúrgica, señalaba la cronista Concha Calleja en el espacio Fiesta en este pasado fin de semana. Los comentarios sobre el estado de salud de Kate Middleton se suceden aunque tal como se señaló desde el palacio de Kensington no se va a informar oficialmente nada sobre la salud de la princesa. Kate aparecía en un vídeo el pasado marzo en el que admitía su delicado estado, tratándose de un cáncer, tras dos meses de especulaciones después de una intervención abdominal que obligó a ingresarla en la UCI.

A lo largo de este año sólo existe este vídeo con una imagen clara sobre la esposa de Guillermo de Inglaterra. Las críticas de una foto manipulada que se colgó con motivo del Día de la Madre originó mayor preocupación y observaciones adversas.

El vídeo fue una muestra de calma y una petición de discreción y responsabilidad. En principio se había anunciado que la princesa retomaría su agenda en el mes de junio, cuando se confirmó su presencia en un acto de la Armada. Ese plazo va a posponerse más adelante, sin fecha fija y con todo el pesar por el estado de salud de la princesa de Gales.

Para templar las especulaciones negativas el rotativo Daily Mail cita a amistades en torno a la pareja de herederos que calculan que no podría haber una reaparición de Catalina al menos hasta otoño, dejando la probabilidad de que se ensanche aún más esa estimación, por lo que no veríamos a la princesa en un acto público hasta el año próximo. Su última aparición en familia, precisamente, fue con motivo de la misa navideña de 2023.

Desde las primeras semanas de convalecencia se hablaba desde palacio que Kate Middleton había retomado la correspondencia y otros quehaceres privados, con ritmo pausado. El tratamiento del cáncer estaría interrumpiendo una vida familia habitual y la perspectiva de iniciar una agenda de apariciones frecuente parece alejarse en que sea así en este año.

El príncipe Guillermo, desbordado por los acontecimientos, sí ha retomado, dependiendo de sus obligaciones familiares, su agenda de compromisos, labores que también reanudaba el rey Carlos III, en pleno tratamiento de otro cáncer.

El heredero es quien se encuentra en una posición más vulnerable al precipitarse las previsiones que tenía. La enfermedad de su padre, que se unía a la de su esposa, le dejan sin posibilidad de hacer planes a medio plazo y atender a sus tres hijos, para los que quiere una infancia alejada de los focos y de presiones.