Isabel Preysler no piensa perdonar a ese famoso que excluyó de su vida

Mario Vargas Llosa se encuentra en su casa familiar de Lima donde parece haber rehecho su vida con su ex mujer, Patricia Llosa. Los hijos del escritor comparten imágenes en las que aparece el Nobel con buen aspecto y feliz con haber regresado a su vida anterior a Isabel Preysler.

Por contra, la madre de Tamara Falcó, que ha visto cómo su primer marido, Julio Iglesias, ha salido a defenderla y aclamarla, no se encuentra en un buen momento anímico y la boda de su hija parece ser el principal estímulo en este tramo para recuperar un prestigio que ha venido a mancharse por las respuestas del entorno de Varga Llosa sobre la ruptura. Incluso Julio Iglesias vino a objetar el comportamiento del literato con su relato Los vientos.

Lo peor han sido las palabras póstumas de Laura Boyer, la hija de su fallecido tercer marido, fruto del matrimonio con Elena Arnedo, que ha tenido duras palabras hacia Preysler y hacia su hermana Ana, con la que tenía una inexistente relación familiar.

La ruptura de Isabel Preysler coincidió con la recta final de la separación de Tamara con Íñigo Onieva, que se reconciliaron en Nochebuena, para sorpresa de todos aquellos que habían tomando partido en lo sucedido.

Semanas antes Boris Izaguirre, persona de confianza de Falcó y de la propia Preysler a raíz de coincidir en MasterChef, había criticado las palabras de Tamara en un encuentro de familias católicas en México. Notó que había retintín hacia el colectivo LGTBI en sus palabras, un conflicto que se agrió y del que Isabel Preysler, de forma indirecta, justificó que todos aquellos que estaban en contra de su hija, lo estaban en comtra de ella. Y aún más, que su nivel de tolerancia era inferior cuando existe un ataque contra sus hijos. Lo considera deslealtad.

Boris Izaguirre en distintas ocasiones ha expresado que ya no sabe cómo hallar el perdón y el afecto de Isabel Preysler y de Tamara Falcó, que parece haber perdido por mucho tiempo. Quiere hacerse perdonar pero no va a existir aceptación de momento.

El escritor y presentador venezolano, que sufrió un ictus mientras participaba en El Desafío meses atrás, tampoco pasar por su mejor momento y hallar la paz con la inquilina de Puerta de Hierro le vendría a sosegar sus remordimientos. Pero no, Isabel Preysler guarda silencio y distancia y al menos así será hasta después de Semana Santa y ya con la boda de Tamara cerca.