Isabel Pantoja: bajo la sombra de la sospecha
Después de que se diera a conocer la semana pasada la noticia de su procesamiento por blanqueo de dinero junto a Julián Muñoz y Maite Zaldívar, la artista vuelve a ser objeto de multitud de comentarios
El fallecimiento de su marido, Francisco Rivera, Paquirri, en 1984, marcó un destino donde, junto a los muchos momentos felices vividos, ha prevalecido, sobre todo, el escándalo y la desdicha. Así, tras sus polémicas amistades con populares como Encarna Sánchez o María del Monte, Isabel Pantoja volvió a dejar sin palabra al iniciar su relación con Julián Muñoz, ex alcalde de Marbella que, por seguir a la artista, rompió su matrimonio con la que era, por aquel entonces su esposa, Maite Zaldívar.
Así, tras convertir a la tonadillera en imagen de la costera localidad, ambos cantaron "a los cuatro vientos", las excelencias de un amor que, al parecer, incluso se mantuvo cuando Muñoz, fruto de diversas investigaciones, fue encarcelado por varios delitos financieros y urbanísticos. Una etapa que también conllevó el arresto de su novia y la posterior publicación de la fotografía policial realizada antes de la noche que ésta pasó entre rejas. Eso, unido a algunos problemas que "la" Pantoja tuvo con empresarios de espectáculos, provocó el que decidiera aislarse en sí misma, y su entorno más íntimo, hasta que, poco a poco, la situación fuera calmándose.
Sin embargo, la tranquilidad fue relativa pues, en el mismo momento en el que Julián salió de la prisión, la "tempestad" volvió a desatarse e, igual que en la copla de La parrala, "que sí, que sí, que no, que no…", la pareja fue enviándose mensajes desde diversas publicaciones -en concreto y, sobre todo, desde ¡Hola!- hasta que se supo que, definitivamente, lo suyo había llegado a su fin. Una ruptura que supuso una cierta liberación para Isabel y tras la que, Julián Muñoz, pareció haber encontrado el amor en una joven llamada Karina. Dicho romance, claro está, provocó que la intérprete de Marinero de luces expulsara del chalet de "Mi gitana" al que había sido su gran pasión y, más allá, que se refugiara en su arte para poner en pie un espectáculo, "Así es la vida", que, en la actualidad, representa con éxito en el Teatro Nueva Alcalá de Madrid bajo la tutela del afamado José Luis Moreno. Una apuesta que le ha permitido comprobar cómo, a pesar de los innumerables inconvenientes, su público le sigue siendo fiel pase lo que pase.
En el otro extremo, José Luis Valladares y Fosky, antiguos miembros del equipo de confianza de nuestra paisana, decidieron el viernes pasado destapar la "caja de Pandora" en televisión y contar lo que, hasta ahora, siempre habían callado afirmando, por ejemplo el primero, cómo, durante la "etapa Muñoz", ingresaba con bastante frecuencia -casi a diario- tres mil euros en la cuenta de su "jefa". Una mujer hacia la que, el Juzgado de Instrucción número 5 de Marbella, considera que existen "indicios de un posible delito de blanqueo de capitales" y que, fruto de los acontecimientos mencionados, es probable vuelva a "desaparecer" de la arena social hasta que las aguas vuelvan a su cauce. Anhelado deseo, en tiempos de borrascas como los que nos acechan, de materialización bastante poco probable.
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