Imán: Rania de Jordania ya tiene sucesora

Imán no puede negar que es hija de Rania de Jordania. Lo lleva en la sangre y sin duda es un fiel reflejo de su madre. La semana pasada se conmemoró el 76º Día de la Independencia de Jordania, ya que fue un 25 de mayo de 1946 cuando el país dejaba de ser un protectorado británico y pasaba a convertirse en soberano e independiente. En el acto, al que asistieron el Rey Abdalá II, Rania y tres de sus cuatro hijos, destacó la figura de Imán. La joven princesa desprende elegancia allá por donde pisa. Para la ocasión optó por un traje de chaqueta y un pantalón de color aguamarina que combinó con un fajín tradicional de su país.

Imán nació el 27 de septiembre de 1996. Es la segunda de los cuatro hijos de Abdalá y Rania. Comparte con su madre la afición por la moda. Desde bien pequeña ha recibido una educación exquisita y lujosa. Sus primeros pasos formativos tuvieron lugar en la International Academy de Amman, al igual que su hermano mayor. Allí destacó por sus condiciones para la práctica deportiva, y en especial como amazona, una de sus grandes aficiones. Su proceso formativo continuaría fuera de Jordania. Concretamente en la Universidad de Georgetown, Washington, donde cada curso suele conllevar un coste de unos 60.000 euros. En esa misma universidad ha estudiado su padre, el rey Abdalá o Bill Clinton, entre otras personalidades.

La vida de Imán en Washington ha sido cuidada con mucho recelo por parte de la familia real jordana. Apenas se saben datos de su formación académica. La princesa ha estudiado en el centro Edmund A. Walsh School of Foreign Service, de gran prestigio y en el que se cursan relaciones internacionales.

Imán ha heredado el gusto por la belleza y la moda que posee su madre. Es una princesa árabe con un marcado estilo europeo y una predilección especial por Prada. Su principal afición es la hípica, un deporte que practica desde edades muy tempranas. La joven ha conseguido varios premios y galardones, entre ellos un segundo puesto en el concurso hípico de Oriente Medio en el año 2008. En esa pasión ha estado acompañada por Saqir, una yegua árabe que ha sido su compañera de viaje en esta disciplina deportiva.

Imán a sus 25 años mantiene una vida privada discreta y alejada de las redes sociales. Ni se le conoce novio, ni cuenta con perfil de Instagram. La princesa ha estado siempre arropada por sus padres, a los que ha acompañado en numerosos viajes oficiales. Una de sus primeras apariciones oficiales tuvo lugar en junio de 2010, con apenas 13 años, durante la boda de Victoria de Suecia y Daniel Westling. Ya por aquel entonces apuntaba maneras como digna sucesora de su madre, Rania de Jordania. Imán es una apasionada de la moda y un icono en el que se fijan muchas jóvenes de su país.