Íker Casillas: "Espero que me respeten: soy gay"
Revuelo en las redes
El guardameta de la selección española campeona del mundo, comentarista en TVE, se descuelga con un imprevisto 'tuit' que ha retirado. Asegura que fue víctima de un 'hackeo' y pide disculpas a la comunidad LGTB
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El ex guardameta del Real Madrid, el Oporto y la selección española, bicampeón de Europa y campeón del mundo en 2010 con el equipo nacional, se ha despertado este domingo con una imprevista confesión que se supone que tiene ironía por alguna razón personal que quiere transmitir.
Íker Casillas, que comentará los partidos del Mundial de Catar en TVE, ha sido conciso en su mensaje en twitter de hoy, sin ilustración alguna y con la etiqueta #felizdomingo.
"Espero que me respeten: soy gay"...
Al cabo de unas horas tuvo que borrar ese polémico tuit que había generado más de 50.000 interacciones. Incluso un compañero suyo de la selección, Carles Puyol, le respondía que se iba a desvelar la historia que tuvieron, en respuesta distendida por si el compañero necesitaba apoyo con tal afirmación. El ex jugador barcelonista a su vez ha debido disculparse por esta broma.
Medios extranjeros incluso se hicieron eco de la confesión de Casillas sin desgranar el fondo de ironía.
El tuit fue rectificado por este:
"Cuenta hackeada. Por suerte todo en orden. Disculpas a todos mis followers. Y por supuesto, más disculpas a la comunidad LGTB". Una excusa que suena sorprendente.
La primera interpretación que podía darse sobre la falsa confesión de ser gay, y retirada después, es que Casillas quiere que los medios y 'haters' le dejen en paz sobre habladurías de sus relaciones sentimentales. Una de las mujeres con que se vinculó al ex guardameta fue la influencer sevillana Rocío Osorno.
Casillas tuvo una relación de más diez años con la periodista Sara Carbonero, a la que conoció en la Copa de Confederaciones de 2009 y a la que besó en plena celebración del título mundial, en reconocimiento de la presión de tantos días cuando medios extranjeros dijeron que ella era una mala influencia para el portero de la selección favorita.
El ahora directivo y empresario tiene un palmarés sentimental extenso y algo agitado. A sus 41 años aspira a la estabilidad y a ser feliz con los dos hijos fruto de su relación con Sara Carbonero, Lucas y Martín. Tras un infarto y haber estado al lado de su mujer durante su convalecencia del cáncer, Casillas parece pedir que le dejen tranquilo en cuestiones del corazón
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