Un cambio radical
Alberto Isla, así es la vida actual del padre del hijo de Isa Pantoja
Hoy el mundo del corazón se ha desperado con un bombazo informativo. Lecturas ha sacado en portada que el excapitán del Real Madrid, Iker Casillas, lleva meses saliendo en secreto con la diseñadora e 'influencer' sevillana Rocío Osorno, de 34 años.
La publicación de papel couché asegura que la pareja tiene sus encuentros en Madrid, aunque la 'influencer' vive en Sevilla, en una urbanización del Aljarafe. Y es cierto que en los últimos meses veíamos a la sevillana ir en numerosas ocasiones a la capital, en principio, para ver a otra 'influencer' y amiga suya, Teresa Bass.
Lecturas también afirma que ambos ya han hecho una primera escapada juntos a París, por lo que parece que esta historia de amor avanza.
En marzo del año pasado, Iker Casillas y Sara Carbonero confirmaban su separación. Casi un año después, la pareja, que tiene dos hijos de 8 y 5 años, vuelve a confiar en el amor. Sara con el cantante Kiki Morente e Iker. al parecer, con Rocío Osorno.
La diseñadora se casó en 2019 con el portavoz y senador de Vox Jacobo González- Robatto, al que todos llaman 'Coco'. La pareja también anunció su separación a finales de 2020. Ambos tienen dos hijos en común, de 3 y 1 año.
Rocío Osorno es una persona conocida en Sevilla, donde trabajó como relaciones públicas de una discoteca antes de iniciar su camino como diseñadora y empresaria abriendo su propia firma de moda. Estudió Ingeniería Agrícola y es una de las 'influencers' con mayor número de seguidores en la actualidad, casi un millón.
A pesar de todo, su verdadera vocación siempre ha sido la moda, por lo que estudió patronaje, y solo unos años más tarde cumplía un sueño con la creación de su propia marca de ropa, una decisión que le cambió la vida.
También te puede interesar
Lo último
Andrea Barrios, psicóloga y experta en Trastornos de la Conducta Alimentaria
"Tenemos que hablar más y romper con los estigmas del Trastorno de la Conducta Alimentaria porque no tiene nada que ver con la comida"
Borgo | Crítica
Una mujer en Córcega