Notas al margen
David Fernández
El problema del PSOE-A no es el candidato, es el discurso
¿Qué fue de los concursantes de 'GH'?
La televisión, aunque en principio parezca lo contrario, no es siempre sinónimo de éxito. Muchos son los rostros que han tocado la fama gracias a un programa y engrosado sus ingresos gracias a exclusivas y suculentos contratos por su popularidad, pero son más aquellos que, tras la fama efímera, no saben reconducir su vida una vez se apagan los focos. Si repasamos el destino de aquellos que pasaron por el que fue el reality más longevo de las pantallas, Gran Hermano, nos percataremos de que son pocos quienes han logrado mantener su nivel adquisitivo y escapar del fantasma del olvido. Se cuentan con los dedos de una mano: Kiko Hernández y Nagore Robles, ambos en nómina en Telecinco, son dos de los escasos ejemplos del triunfo después de Guadalix de la Sierra.
Por el programa conducido por Mercedes Milá, Jorge Javier Vázquez e incluso Pepe Navarro (presentó la tercera edición), han pasado más de 200 personas, muchas de ellas ansiosas de fama y dinero fácil. La primera edición del formato Gran Hermano, emitida en el año 2000, fue la única que aglutinó a los concursantes más inocentes y con ganas de vivir la experiencia sin conocer la repercusión mediática que tendría su encierro. Fue la etapa de los pactos en las nominaciones, del "quién me pone la pierna encima para que no levante cabeza" y del Don’t worry, be happy del gaditano Ismael Beiro e Iván Armesto. Aquellos concursantes, de hecho, resonaron en nuestras cabezas durante un tiempo: la ruptura de María José Galera y Jorge Berrocal, por ejemplo, ocupó varias horas de la parrilla y el ganador del concurso, el joven Beiro, pasó varios años recorriendo platós explotando su vena cómica. Sin embargo, poco se sabe ya de los integrantes de aquella mítica edición.
Hace pocos días María José Galera ha vuelto a aparecer en platós precisamente para contar sus miserias. "La televisión es pan para hoy y hambre para mañana", explicó la sevillana en Sálvame Deluxe desmintiendo haber sido la gran hermana que más dinero ha ganado. Aunque admite que sí cobraba bien, el dinero lo invirtió "en restaurantes, discotecas, pero no he tenido suerte", y que si gastó mucho "no me arrepiento de nada, porque me lo he gastado siempre en mi familia". Lo cierto es que ha pasado de cobrar 6.000 euros por bolo a no tener "ni un euro en el banco", como ella misma ha manifestado, y a tener que trabajar como limpiadora.
Sonado fue el paso de Carlos Navarro, el Yoyas, por Guadalix. Expulsado por mal comportamiento, el deslenguado concursante ha sido condenado finalmente como autor de un delito de maltrato y amenazas contra su ex pareja, la también concursante Fayna Bethencourt.
El destino también jugó una mala pasada a la polémica pareja de la tercera edición de GH, Raquel Morillas y Noemí Ungría. Las jóvenes, que vivieron uno de los grandes romances del reality hasta aquella fecha, sufrieron un brutal accidente de tráfico que marcó para siempre sus vidas. Raquel Morillas, de hecho, todavía arrastra las secuelas de aquella tragedia en la carretera. Una de sus últimas apariciones en televisión fue, además, para narrar otra de sus desgracias: la adicción al juego.
Conocida también como Fresita, Nuria, tras ganar el concurso, probó suerte como presentadora de televisión y fracasó. Su compañera de edición, Aída Nízar, continúa presente en el medio aunque sus últimas apariciones no dejan en buen lugar a la ex concursante, que lucha día a día por venderse como una mujer polémica y necesaria en cualquier plató que busque bronca. A veces, incluso, logra su objetivo.
Amor Romeira, una de las concursantes que más ha dado que hablar en la historia del reality, se convirtió hace tiempo en noticia por el apuñalamiento que casi acaba con su vida. Meses después, su agresora apareció muerta en prisión. Algo similar le ocurrió a Nicky, de GH 6, víctima de una paliza en una discoteca de Gijón tras la que se quedó ciego de un ojo debido a los golpes .
Miriam Saavedra, la ganadora de la sexta edición, tras embolsarse los 100.000 euros del premio más los extras de su periplo por platós varios, ha declarado recientemente estar "más pelada que un gato despellejado". Y eso que dice no ser una persona "gastona" y que siempre manifestó su intención de ahorrar para el futuro.
El de Ana Toro, de GH 10, es uno de los ejemplos de lo que, en jerga televisiva se denomina un juguete roto. Rechazada por su familia tras su paso por el programa, Toro tuvo que vivir en un hogar de acogida para sacar adelante a su hija y su situación económica, a tenor de sus últimas apariciones televisivas, es "crítica".
La historia se repitió con Jacinto, de GH 3, quien confesó ante Kiko Hernández que "estoy muerto, no tengo dinero ni para dar de comer a mis hijos". El navarro invirtió todos sus ahorros en un bar que le llevó a la ruina.
También te puede interesar
Lo último
5 Comentarios