Fran Rivera, todo por la nulidad
El torero confiesa ante el Tribunal Eclesiástico que es un "conquistador insaciable" incapaz de ser fiel a su pareja. "Quise a Eugenia Martínez de Irujo, pero me quise más a mí", dice para conseguir que anulen su boda con ella.
Francisco Rivera Ordóñez está empeñado en conseguir la nulidad de su matrimonio con Eugenia Martínez de Irujo y por ello no ha tenido reparos en confesarse ante el eclesiástico tribunal de La Rota. "Soy un conquistador insaciable, incapaz de cumplir con mis obligaciones en la pareja", habría asegurado según adelantó ayer El programa de Ana Rosa.
El matrimonio entre Fran y Eugenia, que nunca tuvo unos cimientos sólidos, estuvo salpicado de broncas, celos, faltas de respeto e infidelidades. Se dice que Carmina Ordóñez, que ya intuía lo que podía ocurrir, aconsejó a Fran pensárselo dos veces el día antes de casarse. "Me casé por Eugenia y por la presión mediática", afirma Fran en la documentación presentada. El torero está reconociendo su mala conducta en la relación porque sabe que ello podría servirle para obtener rápidamente la nulidad.
La hija de la duquesa de Alba, por su parte, está poniendo trabas al proceso retrasando su declaración ante las autoridades eclesiásticas aduciendo motivos laborales. Las heridas de su accidentado matrimonio aún siguen abiertas y la batalla por la custodia de la pequeña Cayetana es uno de los frentes que más conflicto sigue generando entre ambos. La pequeña podría tener que verse en la desagradable tesitura de tener que declarar ante el juez si Fran no retira la demanda de custodia. Este asunto tiene muy molestos a los miembros de la Casa de Alba.
Francisco se defiende diciendo que es la niña quien quiere vivir con él y Eugenia está jugando sus cartas. La duquesa de Montoro quiere que Fran retire esa demanda para aceptar la nulidad.
El torero quiere rehacer definitivamente su vida junto a su actual pareja, Lourdes Montes, con quien ha pasado unas románticas vacaciones en Ibiza recientemente. Eso sí, no quiere que ello le impida seguir viendo a su hija Cayetana. Para ello el diestro, además de reconocer sus infidelidades, ha aportado dos informes psicológicos al Tribunal de la Santa Sede para justificar su comportamiento basándose en una infancia desestructurada y un año en Suiza que le hizo desafectivo y egoísta. "Quise a Eugenia Martínez de Irujo, pero me quise más a mí", asegura Fran sobre su matrimonio con Eugenia, que duró apenas año y medio. Y es que la pareja se separó en 1999, y no en 2002 que fue cuando se anunció públicamente.
Lourdes Montes se ha convertido ahora en el mejor apoyo del diestro en medio de la tormenta desatada. Entre los planes de futuro de la pareja están el casarse por la Iglesia y tener descendencia. La abogada de 28 años ha conquistado el corazón de este donjuan y aspira a ser la mujer de su vida... ante la Iglesia.
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