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El casoplón de Bel Air
Se atisba una ancha panorámica de Los Ángeles y el paisaje del campo de golf de Bel Air relaja lo suyo si estamos tumbados en los sofás que dan a la piscina 'infinity' entre varios miles de metros cuadrados (allá lo miden por acres) de césped cuidado. Si un mayordomo nos trae una bandeja con champán y un plato de jamón ibérico ya no habría motivo para queja alguna. Pero sus actuales propietarios no lo sienten así. Ben Affleck y Jennifer López andan de nuevo a la gresca y su actual matrimonio apenas podría durar dos años, los que llevan como propietarios de Bellagio Estate. Si quieren adquirir esta mansión que nació como un casoplón art decó en los años 30 el precio sería de 60 millones de dólares, algo menos de lo que pagó la estelar pareja en mayo de 2023.
Fotos de la mansión: Hilton & Hyland
Para elegir la mansión de Bellagio y sus 12 dormitorios para distribuir a los cinco hijos, familiares y amigos, Ben y Jen (o JLo) se recorrieron todos los contornos angelinos y llegaron a pagar cinco señales de otros tantos inmuebles antes de decantarse por esta mansión que hace saltar por los aires su relación y la fortuna invertida entre ambos.
No les ha dado tiempo a hacer todas las reformas que querían, así que la casa, en una urbanización exclusiva y segura por supuesto, está tal como la dejó el anterior propietario. Por sus estancias han pasado directivos venidos a menos y dicen que un príncipe saudí.
Si nos dejaran a nuestras anchas por Bellagio comprobaríamos que hay sitio de sobra no sólo en el garaje para diez coches sino en el exterior de la fachada donde podrían estacionar unos ochenta vehículos.
Como son 12 dormitorios hay el doble de cuartos de baño. De hecho el dormitorio principal tiene baño doble, salón de estar y acceso privilegiado al jardín. También hay cuatro cocinas, para hacer un menú diferente en cada una de ellas y surtir a la marimorena de invitados que se puedan colar.
Además de varios salones con chimeneas, la casona cuenta con un sala de deportes cubierta, con sofás a modo de grada, un ring de boxeo o una sala de cine, lo habitual en estos casos, además de una bodega y sla de catas, una estancia como salón de belleza y otra para masajes, una barbacoa para asar elefantes y la mencionada piscina de dimensiones más que olímpicas.
Cuesta 60 millones de dólares y mantenerla supone una fortuna mensual. Además de la casa hay un anexo para que residan dos familias, es decir, el personal de servicio.
Jennifer López y Ben Affleck han dado el paso para deshacerse de esta propiedad que asentaba el proyecto común. De hecho el cineasta lleva semanas viviendo a 500 kilómetros de la mansión, un paraíso que no se puede disfrutar si el amor parece haberse acabado antes de tiempo.
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