Cayetana aterriza sola en Ibiza

La duquesa de Alba ha aterrizado ya en Ibiza tras pasar unos días en su palacio de San Sebastián junto a Alfonso Díez, donde no pararon ni un segundo tras haber cerrado la herencia. La noble, en unas vacaciones sin presión, visitó el Aquarium junto a su ex nuera María Eugenia Fernández de Castro y con Alfonso se desplazó a Santander para acudir a una corrida de toros. Cayetana ha cambiado en agosto el norte por las playas de la isla balear, uno de sus destinos habituales todos los agostos. Allí se aloja en su finca Sa Ufabaguera, en Cala Salada, y es donde se reunirá a lo largo de estos días con algunos de sus hijos y nietos, que irán y vendrán para acompañar durante estos días a su madre y abuela. Ya están allí dos de ellos, Fernando, que ya ha pasado por Marbella, y Eugenia. Esta última sabe aprovechar el tiempo y, como no podía ser menos, ya disfruta de tranquilos paseos en la cubierta de los barcos de los amigos y de las fiestas nocturnas.

De momento, como viene siendo costumbre, no va a coincidir allí con el novio de su madre, que se trasladará a la isla pitiusa dentro de unos días, ya que ahora se ha tenido que marchar a Madrid por cuestiones de trabajo. Este hecho sigue dejando patente que la relación entre los herederos y el posible futuro marido de Cayetana no es del todo fluida. Desde el incio de la relación han sido pocas las ocasiones en las que han coincidido todos.

En Ibiza, adonde llegaba ayer y donde ya se la ha podido ver paseando por sus calles con sus atuendos más cómodos y juveniles y con coloridos complementos, la duquesa va a disfrutar de las que podrían ser sus últimas vacaciones sin compañía oficial.

Tras haber repartido su herencia entre sus seis hijos el pasado 4 de julio, noticia que saltó a los medios la semana pasada, los rumores de una inminente boda entre Cayetana y Alfonso no paran de crecer, ya que ahora la férrea oposición de sus hijos a esta unión no tendría sentido, porque se han asegurado las bienes de su madre y no tienen que temer a sobre las pretensiones, o no, de Alfonso. Pero la pareja sigue haciendo oídos sordos a todo lo que se dice y ni confirman ni desmienten su enlace, mostrándose en todas sus apariciones de lo más tranquilos y felices. Han pasado por momentos complicados desde el comienzo de su relación, hace ya casi cuatro años, ya que nadie apostaba por su continuidad, y los hijos de ella nunca han terminado de aceptar este romance. Pero la duquesa y su buen amigo nunca han dejado de dar muestra de su amor y juntos ya han recorrido medio mundo. Durante estas vacaciones los que se están encontrando con ella por las calles la animan a dar el paso, "cásese, duquesa, cásese", le animan, a lo que ella ha respondido con una sonrisa y saludando, gestos que dan lugar a interpretar que tiene muchas ganas de que llegue ese momento.