Brianda: la bohemia de los Alba

La diseñadora y DJ, de 29 años, es la nieta díscola de la duquesa de Alba. Hija de Jacobo y María Eugenia Fernández de Castro, afirma que su abuela es "muy moderna" y que le encanta su ropa.

Caracterizada como la maja vestida de Goya.
Caracterizada como la maja vestida de Goya.
Fátima Díaz

23 de marzo 2014 - 01:00

Brianda Fitz-James Stuart es la nieta más conocida de la duquesa de Alba. Hija de María Eugenia Fernández de Castro y de Jacobo, el conde ilustrado, la joven se ha convertido en una de las invitadas 'top' en cualquier acto social que se organiza en Madrid. Como no tiene necesidad de ejercer de jarrón chino como otras de su edad, le gusta acudir a las reuniones que tengan que ver con estilo de vida y moda, donde se mueve como pez en el agua. Una de sus últimas apariciones tuvo que ver con la apertura de una nueva tienda de la firma de calzado Marypaz en la madrileña calle Ayala del barrio de Salamanca. Allí apareció Brianda simpática, extrovertida y calzando sabrinas, gusto que comparte con su abuela., Cayetana de Alba.

Otras veces acude a eventos en calidad de contratada, como cuando la fichan para amenizar las fiestas y presentaciones como DJ. Lo que empezó como una afición se convirtió en una fuente de ingresos. "Me gusta mucho la música y creo que no lo hago mal. Por ahora no tengo intención de sacar ningún trabajo musical. Yo hago mis mezclas y ya está", asegura. No extraña, pues es una ocupación que parece haberse puesto de moda entre los famosos, como Kiko Rivera o Fonsi Nieto. A lo que Brianda puntualiza: "Lo mío es diferente. No tiene que ver con lo que hacen. Es otro tipo de música". Aunque, señala que "no me importaría pinchar con Kiko Rivera", pero es difícil que se de esa circunstancia porque "nuestros ritmos y tipo de música son totalmente opuestos".

Aficiones musicales aparte, la nieta de Cayetana de Alba está centrada en su trabajo como diseñadora al frente de Planet Palmer, su firma de moda: "Es mi negocio. Yo no vivo del aire. Lo monté con otras dos socias y cada una metimos nuestros ahorros". Aclara que, en contra de los que muchos pudieran pensar, "mi abuela me apoya, pero jamás me ha ayudado económicamente".

La joven, de 29 años, estuvo trabajando en la firma La Casita de Wendy y ahora tiene su propia marca que comercializa a través de internet. Revela que la duquesa de Alba es una gran seguidora y le suele comprar prendas. "Mi abuela es muy moderna, mucho más que mi madre, que las madres de mis amigas y, por supuesto, que cualquiera de las abuelas que conozco. Hace poco me compró unos leggins, varias camisetas muy llamativas y un vestido de flores". A su nieta le dice que le gusta mucho su ropa porque le hace parecer más joven. De hecho la duquesa, que esta semana ha pasado unos días en Madrid para hacerse sus retoques y tratamientos de belleza, ha aprovechado también para hacer acopio de varios modelitos de la nueva colección primavera-verano que Brianda acaba de lanzar.

La hija de Jacobo y María Eugenia también se ha formado a conciencia para dedicarse a este mundillo de la moda. Tras estudiar diseño de moda en el Istituto Europeo di Design de Madrid, estuvo viviendo un año en Nueva York para perfeccionar su inglés.

Junto a su hermano Jacobo, casado con Asela Pérez Becerril y propietario de la galería de arte Espacio Valverde, Brianda es la nieta más bohemia de la duquesa. Tanto que en una entrevista el año pasado se declaró hasta republicana, lo que incluso le costó un disgusto con la abuela. Su madre salió al paso entonces para reconducir la situación: "Es normal que la señora duquesa se molestara, porque ella tiene una relación muy cercana y de admiración hacia la institución. Pero también es lógico que la gente joven no se sienta identificada con nada, tampoco con la política. Mi madre y toda mi familia son monárquicos hasta las cejas y no pueden entenderlo". Afortunadamente la sangre no llegó al río y las manifestaciones de la nieta díscola se quedaron en una mera anécdota.

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