Lucía Bosé responde a la acusación de que se apropió de un cuadro de Picasso
Juicio contra Lucía Bosé
La acusación pide dos años de prisión para la madre de Miguel Bosé. El cantante compareció fugazmente a través de videoconferencia para acogerse a su derecho de no testificar.
Lucía Bosé negó el jueves en un juicio celebrado en la Audiencia de Madrid haberse apropiado de un dibujo que el pintor Pablo Ruiz Picasso le dio en 1963 a su empleada de hogar y que vendió al fallecer ésta, y asegura que fue un regalo que le hizo ‘la tata’ porque no le gustaba la obra. La fiscal, por su parte, mantiene su petición de dos años de prisión para la madre de Miguel Bosé, de 88 años, una multa de 4.800 euros y la correspondiente indemnización a los herederos, dos sobrinas de Remedios T.M, fallecida en 1999.
Lucía, por su parte, asegura que la familia "nunca se ocupó de nada" y que las personas que la acusan "ni siquiera fueron al entierro de su tía". "Aquí no se han dicho más que mentiras" , manifestó en su alegato final. Miguel Bosé compareció a través de una videoconferencia fugaz desde México, donde reside, y se ha acogido a su derecho a no testificar en el juicio al ser familiar directo de la acusada.
Lucía Bosé relataó que Remedios estuvo toda la vida en su casa de la urbanización madrileña de Somosaguas como si fuera un familiar y se ha referido en todo momento a ella como 'la tata' y que cuando falleció, en 1999, un sobrino suyo fue a recoger sus cosas. Añadió que en 1963 fue a acompañar a su marido, el torero ya fallecido Luis Miguel Dominguín, a una gira por Sudamérica durante tres meses y dejaron a sus hijos y a 'la tata' en casa de Picasso y que, al volver a recogerlos, el pintor les regaló una litografías y a su empleada, el dibujo dedicado. "Pero ella dijo que no le gustaba y me lo dio sin cogerlo y sin tocarlo", asegura Lucía, quien ha recordado que ante esta escena "Picasso se mondaba de risa y no puso ningún impedimento".
Ya en su turno de última palabra al final de la vista, la ex actriz italiana insistió en que cuando su empleada vio que ella era la protagonista del dibujo "con esas piernas" que Picasso había dibujado le dijo: "Quédese usted con él", y mantiene que luego se lo regaló a ella. "Cómo voy a robar yo un cuadro, me parece injusto que me llamen ladrona", concluyó.
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