Curiosa anécdota
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Entrevista
Es divino. Que para eso ha forjado su estampa y su sello a través de los actos sociales, sus libros y por supuesto sus incesantes apariciones mediáticas, especialmente en la televisión. Boris Izaguirre (Caracas, 1965) es un personaje, pero también podría ser elevado a que él es “el personaje”. El tipo imprescindible de un acontecimiento. O en una visita, como a la destilería DYC, que cumple 65 años de historia en Palazuelos de Eresma, a unos kilómetros de Segovia. Una visita donde ha coincidido con informadores y divulgadores de otras nacionalidades, buscando y ayudando a poner en valor cuanto de bueno tenemos en nuestro país.
El escritor, periodista y presentador nacido en Venezuela ha estado en dicha visita a DYC con la actriz y presentadora ucraniana Yulia Demoss (First Dates), la creadora de contenido norteamericana Emily Woerfel y el británico Mike Lee, actor y director de teatro, quienes contaron su experiencia de vida en España y disfrutaron de una visita guiada totalmente sensorial, que puede ser disfrutada a partir del 7 de junio durante cuatro fines de semana consecutivos en dichas instalaciones. Seis horas dura dicho recorrido, incluyendo un paseo didáctico por las destilerías y la bodega, una cata con varios tipos de whisky y su mejor maridaje: queso, uvas y chocolate, además un itinerario por paisajes que glosan la Sierra de Guadarrama e incluye una cena con cuatro pases maridada con DYC 8 y finalizando con un cóctel, con brindis, a 1.500 metros de altura para descubrir el limpio cielo estrellado segoviano.
–¿Qué le inspira de España para destilar como en un alambique y escribir a partir de ahí una de sus novelas?
–Me inspira mucho de España su historia y también su permanente búsqueda de libertad, su evolución y espacio. Creo que todos esos ingredientes son muy importantes a la hora de escribir una novela que entretenga y haga disfrutar a sus lectores.
–¿Qué le evoca, por ejemplo, Andalucía?
–En el caso de Cádiz me inspira la libertad, la aventura, el estar tan orgullosa del Océano. Me molesta muchísimo cuando la gente habla del “mar” o la “playa”, cuando es el “Océano”. Cádiz y Huelva están frente al Océano Atlántico. Una maravilla.
–Como compañía a una buena mesa usted es de esos invitados sublimes. Nos ha hablado de su experiencia cinematográfica ¿Qué sintió al interpretar a Poncio Pilatos en Juan, el apóstol más amado?
–Me encantó interpretar un personaje histórico, algo que jamás hubiera imaginado. Pero si que me pensé dos veces ponerme en ese momento ante las cámaras porque Pilatos es un personaje al que asociamos a una cierta villanía. Al final el no puede tomar la decisión y deja en manos del pueblo que Jesucristo sea crucificado. Es un personaje con una responsabilidad histórica bastante complicada. Y es verdad que siempre dicen que, cuando aceptes un papel en ficción, no escojas un villano porque puede encasillarte para siempre. Pero como en realidad yo nunca había hecho nada antes de actuación, ¿cómo iba a encasillarme como villano? Al final lo hice con mucho gusto
–Usted presentó el nupcial programa Si, quiero ese vestido ¿Se imagina qué fue de aquellas parejas a las que asesoraba, habrán seguido juntos?
–Creo que ese programa mantiene aún una relación epistolar con muchas de las personas que participaron, con esas parejas, y probablemente ellos puedan atestiguar más sobre ese éxito matrimonial. Mi compromiso en aquel espacio de novias es que ellas encontraran un vestido que las hiciera felices y eso fue, también, lo que me atrajo de la idea de aquel Sí, quiero ese vestido. Creo que, encontrar ese traje, que te haga feliz y que dure toda una generación, para la siguiente, ya es un éxito de por sí. Yo espero que todos los participantes, tan ilusionados, sigan tan felices como los recuerdo.
–Se convirtió en un experto en cocina en MasterChef y presentó Prodigios ¿En qué programa o reality irreverente, que se emitiera a nivel mundial, se vería capaz de participar?
–Yo soy más de talents que de realities, como ha comprobado cualquier espectador, pero en todo caso no tendría ningún problema en presentar, tanto un reality como un talent, de lo que fuera antes que ser aspirante. Ser concursante ya lo he sido y en suficientes ocasiones. Por presentar, me atrevo con lo que sea.
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