Carlos Navarro Antolín
La pascua de los idiotas
Cena de alta cocina
¿Qué se puede comer en el convite de una boda como la de Tamara Falcó? Un menú delicatessen que no debe llenar sino que vaya generando esas sensaciones placenteras que han de tener los invitados a lo largo de la noche. No puede ser un menú indigesto sino un recorrido de alta cocina a cargo de uno de los chefs españoles más distinguidos, el cinco estrellas Eneko Atxa, que ya tiene una experiencia de sobra con su compañía de catering. Su local Azurmendi, en Larrabetzu, Vizcaya, tiene tres estrellas Michelin.
El desafío del catering es dar de comer a 400 invitados con la calidad y resultado como si se estuviera atendiendo al detalle en un restaurante. Es lo que se suele ver en las caóticas pruebas de exteriores de MasterChef: es bien complicado y se necesita experiencias. Atxa lo refrendaba y de ahí que fuera el elegido por los novios. En este caso ha tenido mucha más suerte que sus paisanas Sophie et Voilà, encargadas del primer vestido nupcial descartado.
El menú de la boda de Tamara e Íñigo Onieva ha contado con una extensa relación de aperitivos que los comensales podían descubrir en espacios tematizados entre los jardines.
De bienvenida se podía tomar talo de langosta y flores y néctar de rosas y aroma. En la llamada Estación del Bosque, espárrago en texturas y macaron de flores, con 'limón grass' también en el jardín. En el expositor del Mar se podía degustar erizo en texturas, nori y caviar, nigiris, sardina bilbaína, txipirón Pelayo, bogavante en sake y txakoli, gilda de atún y piparras y salmonete en sagardoa (sidra) y lima.
En las bandejas, mientras se tomaba Moët & Chandon se sirvieron bocados selectos con olivas heladas, vermouth trufado, macaron de trufa, brioche de salazones y anguila, tarta de txangurro, tarta de guisante lágrima y polvorón de queso Carranzana.
En la mesa, cuatro platos. De entrante ensalada de hojas de verano y quisquillas con esencia de hierbas. De plato principal, pichón asado, trufa, tembloroso de sets, ñoquis de Idiazábal y estofado de trigo.
De postre chocolate y oliva Marqués de Griñón, más la tarta nupcial.
Como maridaje del menú en mesa, rioja Sierra de Cantabria rosado o cóctel Tamara by don Julio (tequila). el plato de pichón, un Marqués de Griñón 2013. Y para el postre, un cóctel de café, con Zacapa 23 y Espresso Martini,
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