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Bill Gates y su ex esposa coinciden en la boda de la hija mayor

Celebración nupcial

Jennifer Gates se ha casado en Nueva York con el jinete Nayel Nassar

Bill Gates acompaña a su hija en la ceremonia religiosa, imágenes captadas de la televisión

Jennifer Gates y Nayel Nassar han reunido en su celebración nupcial en una mansión a las afueras de Nueva York a los padres de ella. El fundador de Microsoft, Bill Gates, ha coincidido así este viernes con su ex mujer, Melinda, tras 27 años de relación y de la que separó el pasado mes de mayo firmando el cuantioso divorcio en agosto.

Bill y Melinda Gates, cuando eran una pareja feliz. / People

El enlace de la hija mayor estaba previsto antes de la separación y antes de la pandemia por lo que Jennifer, de 25 años, ha podido dar el sí tras la borrasca en el seno de la familia y por supuesto la relajación en las medidas sobre el coronavirus para poder contar con el mayor número posible de invitados.

Nassar es un jinete y empresario egipcio, nacido en Chicago y formado en Kuwait. Jennifer es estudiante de medicina.

Los contrayentes en una foto de anuncio de su compromiso

Las imágenes de la ceremonia, que en su apartado religioso incluyó el rito musulmán, son de escasa calidad ante las fuertes medidas de seguridad durante toda la celebración. La novia ha vestido un modelo vaporoso de vera Wang, con el pelo recogido y un generoso velo de tul. El novio lucía pajarita.

Entre los invitados se encontraba toda la familia de ambos, con lugar preferente para los hermanos de la

contrayente, Phoebe Adele y Rory John, y para su abuela, la madre de Bill Gates, Mimi Gardner Gates. El padre, William, falleció el año pasado.

El enlace ha servido para atemperar los ánimos entre los padres de la novia, que han respaldado este dulce momento que ha costado meses cristalizar. El magnate de la informática por supuesto abrió el baile nupcial con su hija.

El banquete con el baile fue en el exterior, por lo que se habilitó una calefacción adecuada para el notable descenso nocturno de las temperaturas en el octubre neoyorquino. La tarta corrió a cargo de una firma repostera francesa, Ladurée.

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