Bailar al ritmo triste y reivindicativo de la música belga
La poca atención que le presta Bélgica a la música está empezando a cambiar gracias a figuras como Stromae y Li-Lo, importantes artistas en el país
Seguro que Bélgica suena a más de uno; y tal vez porque su capital, Bruselas, es la que más se menciona en los informativos cuando la Unión Europea está presente en la actualidad, ya que es allí donde se toman muchas de las decisiones que afectan a los europeos. Pero a pesar de ser uno de los países miembros más importantes de la UE, no lo es tanto en el panorama musical. O al menos, no lo era hasta hace muy poco.
La música no tiene mucha influencia en esta región porque históricamente no ha apostado por las canciones tradicionales. No obstante, el matiz y personalidad belgas están presentes en el jumpstyle, un estilo de música electrónica que surgió en 1997 y que se ha hecho muy popular en Europa. No es para menos, sobre todo cuando el municipio de Boom (Bélgica) acoge a uno de los festivales de música electrónica más relevantes del mundo, el Tomorrowland.
Este género tiene su máximo representante en Paul van Haver, un desconocido en España pero todo un referente en Bélgica y con mayor éxito en Francia, ya que sus canciones están adaptadas al idioma galo. Más conocido como Stromae, el cantante y compositor saltó a la fama con su primer éxito, Alors on Danse, donde hablaba de las deudas, el divorcio y la hipocresía. Su estilo personal mezcla electrónica y rap para, mediante un tono melancólico y trágico, abarcar temas como la homofobia, el racismo, la orfandad y algunas injusticias. Todo a través de unos videoclips en los que juega con la escenografía para crear historias espectaculares. Papaoutai y Formidable son dos de las canciones de su último álbum que acumulan millones de visitas por su impacto y actitud de denuncia.
El género pop no está muy cultivado, pero cuenta con cantantes que apuestan por el ritmo tranquilo y enérgico de las canciones que se encuadran dentro de este estilo. Li-Lo es una artista tradicional de canciones en acústico que con su tema Apple Tree consigue evadir a su público a dimensiones apacibles. Convierte en una armoniosa melodía todo lo que canta y la combina con los paisajes de su vídeo musical. Una forma sugerente de soñar con su música.
Tras vivir una dilatada etapa centrada en la ópera rock, My little cheap Dictaphone (MLCD) consagró el rock en Lieja y de ahí a Bélgica. El grupo, que se formó en 2002, se inspira en la vida del cantante de los Beach Boys, la banda de pop rock formada en California. De hecho, sorprende ver que la banda belga adopta el vestuario y las formas del grupo más representativo del estilo de vida californiano de los años 60.
No son los únicos. Sumergidos en un rock más alternativo, BRNS y Ghinzu han dejado auténticas perlas en el escenario musical, por lo que son aclamados en Reino Unido y Francia. Géneros que unidos al jazz de Toots Thielemans forman parte de un repertorio musical importante en Bélgica.
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