Ana Abascal, una gran dama del mundo de la decoración
La hermana gemela de Naty Abascal abre una nueva tienda junto a su hija Patricia en las inmediaciones de la Maestranza de Sevilla
Ana Abascal es la hermana gemela de Naty Abascal, a la que está muy unida y con la que comenzó en el mundo de la moda siendo ambos adolescentes. Cuando Naty dio el salto a América para continuar su carrera como top y llegó incluso a participar en una película de Woody Allen, Bananas, Ana se quedó en Sevilla. Sus vidas se separaron profesionalmente, Naty volcada en la moda, pasarela y editoriales, Ana en el diseño y la decoración. Acaba de abrir nueva tienda en Sevilla, en el Paseo Colón, 18, entre su querido Teatro de la Maestranza, y la Real Maestranza de Caballería. Allí nos recibió para despedir el año con su hija Patricia Medina, que colabora con ella y con la que comparte todo. Entre floreros de cerámica italiana, butacones señoriales, los platos diseñados por Ángel Pantoja que enamoraron a Estefanía de Mónaco, un mapa de Sevilla del s.XVIII y una enorme variedad de objetos especiales y únicos.
Sin perder la esencia andaluza, el gusto por la luz y el color, se atreven con todo tipo de mezclas. Distintas épocas, siglos y culturas, pero siempre poniendo el sello del buen gusto. Ana define este lugar en Sevilla como: "un espacio ecléctico con objetos de diferentes orígenes, épocas y estilos. Siempre elegante y con cierta fantasía. Busco directamente la mercancía, piezas únicas con vida y personalidad que me emocionan, para crear espacios vividos y confortables". Una tienda llena de luz, color, y marcada por su personalidad cosmopolita: "Nada más que hay cosas que a mí me gustan y como yo puedo ordenar las casas, la manera de vivir, mezclando piezas que me van gustando. Me gusta unir diferentes épocas. Me gusta mucho mezclar, al igual que en los trajes, toda mi vida he ido haciendo mezclas", recalca.
Para la más desconocidas de las hermanas Abascal, crear en decoración no es sólo cuestión de tener gusto y apuesta por una formación continua. "Hay que viajar mucho, haber visto mucho, estudiar y estudiar. No sólo es el gusto, es algo innato, pero hay que ir preparándose y continuamente instruyéndote. Conocer a los grandes decoradores, saber las tendencias del siglo XX. Todo va cambiando pero hay que conocerlo todo", dice.
Naty siempre fue más mediática y conocida, pero Ana ha preferido la discreción, trabajar desde la sombra. "Me gusta trabajar y me gusta muchísimo lo que hago, es una especie de virus, el virus de la creación que te ataca y no puedo dejarlo. Me gustan los trajes, los muebles…. Pero todo con su referencia histórica y sabiendo el por qué de cada objeto", explica.
Geográficamente su tienda se emplaza en un lugar privilegiado en Sevilla, entre el Teatro Maestranza y la Plaza de Toros. Ambos lugares han sido muy importantes en su vida profesional. "En el Teatro de la Maestranza he trabajado mucho y también el Real Maestranza. Tuve la gran suerte de encontrar este local que está en medio de ambos y frente al río. Puse todo el legado de Curro Romero, las vitrinas en la Maestranza, también su museo. Hago las coronaciones efímeras. Cuando fue la Coronación del Rey Felipe VI también colaboré…", manifiesta.
Al curriculum de Ana Abascal hay que añadir diferentes óperas, empezando por El barbero de Sevilla, pero cuando le pedimos que defina la moda es contundente: "¿La moda?, no hay que seguirla nunca, la moda se pasa y el estilo prevalece".
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